Pobreza farmacéutica: cuando la falta de recursos pone en riesgo tu salud

Toledo

Es otra de las derivadas del desempleo y de los bajos salarios: la pobreza farmacéutica que afecta a personas con dificultades para costearse la medicación que necesitan para tratar sus enfermedades. En nuestro país, pensionistas y perceptores del Ingreso Mínimo Vital están exentos de este pago o tienen un tope pero no ocurre lo mismo con quienes perciben una renta inferior a 18.000 euros y han de abonar el 40 por ciento del copago.

En Castilla-La Mancha, organizaciones como Cáritas ayudan a estas personas a sufragar los tratamientos médicos y farmacéuticos, asumiendo en algunos casos todo el coste. Es lo que hacen en Hogar 2000, un centro gestionado por Cáritas que el año pasado atendió a 35 usuarios en Toledo, el 70 por ciento de ellos de nacionalidad española. De esas 35 personas, once no tenían recursos económicos para hacer frente a sus tratamientos médicos.

"Son personas que no tienen recursos económicos y aunque tengan la parte del copago no tienen el dinero necesario para pagar la cantidad restante y aquí les ayudamos a cubrir esa necesidad", explica su coordinadora Alejandra Serrano. El centro, que emplea a 18 profesionales de diversas disciplinas, sufraga a una de sus usuarias la parte del tratamiento de diálisis que no cubre el SESCAM y que asciende a unos 350 ó 400 euros al mes.

La ayuda llega también a una treintena de madres que no pueden costear las vacunas y medicamentos que necesitan sus hijos y cuyo coste en algunos casos alcanza los 140 euros. Beatriz Cantalejo, coordinadora de Familia de Cáritas Toledo, explica que se sufragan segundas dosis de vacunas, vitaminas o determinados tipos de cremas para bebés. La entidad también ha llegado a sufragar la medicación de una niña con cáncer.

En nuestro país, cerca del 4 por ciento de las personas encuestadas por en el Barómetro Sanitario del CIS reconoce haber dejado de tomar algún medicamento en los últimos 12 meses por no poder afrontar su coste. Un problema que se agrava entre quienes al encontrarse en situación irregular en nuestro país no cuentan con tarjeta sanitaria. "Pueden ser atendidas en el servicio de Urgencias pero no tienen cubierta la medicación", señala Cantalejo.