Opinión

Cuando ser fuerte no es la única opción

La firma de opinión de Évelin R. Molano, activista y voluntaria de distintas organizaciones, fundaciones y colectivos en defensa de los Derechos Humanos, Sociales, Económicos, Culturales y Ambientales

'Cuando ser fuerte no es la única opción', la firma de Évelin R. Molano

Albacete

“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”, la popular frase del científico, matemático e inventor Arquímedes ha sido utilizada por siglos en diferentes contextos y situaciones, y para nuestra familia no ha sido la excepción. Para mi madre esta frase se ha convertido en una realidad, porque desde hace poco menos de 15 días somos la ‘palanca’ en la cual se apoya para ponerse de pie e intentar moverse.

Si bien es cierto que dentro de las fases del duelo, frente a una amputación, está la negación, la rabia, la tristeza y la depresión hasta llegar a la aceptación. Se hace “urgente” que o eres fuerte y entras en esa última fase lo más pronto posible o puede que esa oportunidad que “se te está regalando de seguir viviendo” se convierta en un lastre.

El miedo y el rechazo también están ahí, los ajustes financieros aprietan y otra de las dificultades más potentes es perder el sentimiento de libertad y tener que depender de otros hasta en las necesidades más básicas… Y es en este momento cuando llegan frases como: “Quizá no soy tan fuerte o quizá no puedo o no quiero serlo”. Es entonces cuando la red respira y respira. Y respiramos con miedo a pensar que no avanzaremos o que no pasaremos al siguiente nivel.

Cuando una persona está llena de vida como mi madre, cuando su fuerza es tan brutal que arrasa con todo, tanto como para tomar la decisión de aceptar “perder una pierna” de una forma clara y contundente, quienes la rodeamos, familia y amistades, casi que exigimos que ser fuerte sea su única opción. Que pensar en el futuro sea un remanso de esperanza y de lucha, y que bajar los brazos o deprimirse no debe ni tan siquiera estar en el abanico de posibilidades.

Pero hay que permitírselo, y permitírnoslo. Hay que caer… hay que llorar y hay que temer… Hay que hablar de las dificultades, de los cambios, de las barreras y de cuando la compañía y el soporte ya no puedan ser igual que al comienzo. El diálogo abierto es una salida, cansa y satura, pero es necesario.

Cada 10 de octubre, la Organización Mundial de la Salud celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una iniciativa destinada a aumentar la conciencia sobre los problemas que se instauran en nuestra mente y a combatir los mitos y estigmas que los rodean. Se trata de promover los derechos de las personas que atraviesan problemáticas de salud mental para mejorar su atención, cuidado y apoyo.

La salud mental debería ser un ejercicio diario, permitirnos sentir y reflexionar sobre como manejamos las emociones, cuáles dejamos dentro sin gestionar y que terminan por enfermarnos o cuales ocultamos para parecer invencibles. Ser más consientes nos va permitir vivir en este mundo a veces tan triste y a veces tan gris, agradeciendo todos aquellos regalos que nos da la vida, pero también nos permitiría estar preparadas para vivir una situación traumática saliendo de ella poco a poco, siendo fuertes y sensibles a la vez, queriendo volver a la independencia pero aceptando ayuda, y viviendo los cambios con calma. Un día a la vez.

Hoy por Hoy Albacete (14/10/2024)

Évelin R. Molano

Colombiana, hija adoptiva de Albacete desde hace...