Homenaje a Nacho Hermida previo a la Carrera 5K corre con tu médic@

Albacete

La tarde había caído y faltaban escasos minutos para iniciar la carrera. Todos los presentes esperaban, nerviosos, la señal. Fue entonces cuando el animador del evento anunció por megafonía que me pasaba su micrófono para dirigirme al público. Estábamos en la Av. de España, primer sábado de octubre. Me sentí emocionado, lo reconozco. Representar a la profesión médica era un compromiso indelegable. Habíamos lanzado una llamada a cada ciudadano de Albacete para acompañar a su médico durante los 5 km que recorrerían el centro de la ciudad y expresé públicamente mi reconocimiento a los más de 500 corredores por su presencia.

Pero estábamos allí para celebrar algo más que el deporte. Al hacer memoria agradecida de la pérdida reciente de NACHO HERMIDA, por corredor, por compañero, y por amigo, los aplausos aparecieron con fuerza. Y le hice entrega a Cristina, su viuda, de la medalla conmemorativa, acompañada de sus tres hijos. Sus rostros expresaban entereza y orgullo, y su sonrisa nos trasmitió el cariño agradecido de quienes saben dar y saben recibir. Entonces, entre flases, miramos al cielo, recordando las palabras escritas en la medalla: NACHO, CORRES A NUESTRO LADO. El aplauso resonó aún mayor. Vestidos con atuendo deportivo abracé a Cristina y yo también sonreí. Todavía no habíamos empezado a correr, y ya había merecido la pena todo el esfuerzo. Estamos con vosotros, susurré.

Ella y sus tres hijos corrieron y terminaron. Otros muchos acompañaron a sus médicos en esta cita tan especial. Y muchos más, desde la barrera, disfrutaron del ambiente festivo, de las luces, de nuestras calles y plazas, y animaron sin descanso al paso de sanos y enfermos convertidos en atletas. Me fijé mucho en los niños dando palmas. Estamos con vosotros, parecían decir.

Han sido innumerables los apoyos y las muestras de afecto que hemos recibido por el evento. El mismo afecto que hemos puesto los organizadores y los corredores, y el mismo que los médicos ponemos cada día en nuestro trabajo por cuidar a enfermos y familiares. Sobre eso, Nacho y otros compañeros que se fueron, nos enseñaron el camino. Sus actitudes y valores están con nosotros.

Y es que “Lo que se hace con cariño, siempre sale bien”.

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