La brújula de los nómadas del viento

Toledo

Estamos ya en pleno otoño y ya han llegado multitud de especies invernantes. Esto supone que han recorrido miles de kilómetros hasta llegas a nuestros campos. Es conocido que muchas aves lo realizan, pero de lo que no somos conscientes por su dificultad de detección es que multitud de mariposas son también migratorias. En nuestro país, por ejemplo, tenemos la mariposa Cardera (Vanessa cardui) que son ejemplares pertenecientes a distintas generaciones los que emprenden su migración desde África hacia Europa en primavera, y en sentido inverso en otoño (https://www.catalanbms.org/cbms/upl/files/Poster_Cardui_ES.pdf). Una ruta migratoria que abarca más de 10.000 kilómetros al año, desde África tropical hasta Escandinavia, y que es completada por individuos pertenecientes a entre seis y diez generaciones diferentes.

Pero, ¿cómo se orientan estas mariposas y aves? Estudios recientes han demostrado que estos animales, junto a las plantas, tienen un “sexto sentido”. En concreto son capaces de detectar el campo magnético terrestre a través de unos fotorreceptores sensibles a la luz azul, los criptocromos, que se orientas según el campo magnético. Por lo tanto, estas mariposas pueden “ver” hacia donde está el Polo Norte o Sur y así decidir su dirección a la hora de migrar.

Existen más de 600 especies de mariposas que migran regularmente, viajando a distancias comparables a las aves. Aun así, son una minoría de entre las 18,000 especies de mariposas en el mundo. El número exacto es todavía desconocido, así como sus patrones de movimiento, debido a la dificultad de demostrar la conectividad entre poblaciones en distintos países y continentes. Un estudio reciente en el cual han participado investigadores del CSIC demuestra que aquellas especies de mariposas que migran son genéticamente más ricas, algo, a priori, beneficioso, porque les ofrece la ventaja evolutiva de una mayor adaptación ante cambios ambientales bruscos (https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/mec.16770) .

Una especie, un espacio

El sonido de esta semana corresponde a la Gaviota sombría (Larus fuscus) que ya han llegado a nuestros ríos de interior y lagunas manchegas. Estos “Nómadas del viento” son relativamente nuevos migrantes que vienen del Norte, ya que hace unas décadas se quedaban en nuestras costas y hoy día visitan el interior de la península Ibérica. En este invierno podremos ver además de esta especie a 2 gaviotas más, la patiamarilla y la reidora.

Como espacio os invito a visitar el pueblo de Uña (Cuenca) en pleno otoño, pues es un rincón precioso con los colores otoñales alrededor de su laguna. Además, podremos realizar senderismo por la ruta del “Escalerón a la raya” donde podremos disfrutar de las vistas desde una senda en una repisa de los farallones de roca caliza. Además, disfrutaremos de los vuelos de los buitres a nuestro alrededor.

Convocatoria natural

El próximo sábado 26 en el Centro Cultural de San Clemente (Plaza de Padilla, 2, Toledo) a las 15:30 horas el grupo local de SEO/BirdLife ha organizado un ciclo de charlas ornitológicas para entregar diplomas a los voluntarios de la Red Vencejos de Toledo, difundir nuestro proyecto PARUS y así conocer porque se han colocado una serie de jaulas en los parques y senda del Tajo, una charla sobre las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBAs) y un paseo sonoro por Toledo donde aprenderemos algo sobre el canto de las aves.