¿Halloween?
La mirada de Toledo: ¿Halloween? (31/10/2024)
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Toledo
Buenos días nos dé Dios, don Carlos.
Hoy es 31 de octubre, una fecha ciertamente señalada del año como lo es, especialmente, el día 1 y el día 2 de noviembre. Seguramente, muchos toledanos en particular y españoles en general hayan visto que en las últimas semanas muchas tiendas y establecimientos se han llenado con motivos decorativos tirando más bien hacia la temática del terror. Del mismo modo, habrán percibido que muchas instituciones y centros de distinto tipo llevan a cabo actividades vinculadas a eso que en la cultura anglosajona, particularmente norteamericana, se denomina como Halloween.
Pues bien, el hecho de celebrar Halloween no es flor de un día. Cada año esta celebración va en aumento, cosechando un gran éxito entre el público joven, lo que favorece que diferentes ayuntamientos organicen «saraos», si se me permite la expresión, con la excusa de esta fecha. Pero… ¿sabemos realmente lo que es Halloween? ¿Sabemos lo que celebramos? ¿Entendemos la auténtica significación de estas fechas de finales de octubre y principios de noviembre? Bajo mi punto de vista, la respuesta es muy clara: no. No entendemos, por ejemplo, que Halloween viene, en inglés, de All Hallows´ Eve, es decir, la víspera del Día de Todos los Santos. Sí entendemos esto, habría que decir que ya es mucho porque significa que sabemos que está más cerca de nosotros de lo que parece. No es la noche de los muertos vivientes, ni la de las brujas, ni la del terror internacional por antonomasia. No.
En el Halloween original convergen tanto tradiciones paganas como la propia festividad cristiana de Todos los Santos. Un día el de Todos los Santos muy importante en la tradición cristiana al igual, aunque ya se ha perdido mucho, que el 2 de noviembre día, atención, de los Fieles Difuntos. Será en Estados Unidos, con múltiples influencias que van desde Irlanda hasta Hispanoamérica, donde a lo largo del siglo XIX Halloween se fue modulando hasta estallar en el producto, habría que decir, que conocemos hoy en día: dulces, disfraces, fiestas, desfases varios, falso terror, etc., y nada de su significado, simbolismo y, claro está, espiritualidad. Por cierto, en el caso toledano tenemos delito de no estar al tanto de muchas cuestiones «halloweeneras», si igualmente se me permite la expresión, porque contamos con dos grandes investigadores y expertos en la materia como son el doctor en Filosofía Sergio Valero y el doctor en Historia Gonzalo Rodríguez. Ahí lo dejo...
Pero bien, yo digo sí a Halloween y me explico. No es porque sea muy fan de la famosa saga cinematográfica protagonizada por el mítico Michael Myers, sino porque que debemos acercarnos a Halloween yendo más allá de la «patochada», que se puede disfrutar, pero, entre caramelo y caramelo, entender su verdadero sentido, que no es el comercial, y desde ahí, adentrarnos en su conexión con nosotros, nuestras costumbres y nuestras tradiciones. Quizá, todo ello nos permita volver a conectar, entre huesos de santo y buñuelos, con unas fechas que nuestros abuelos entendían, vivían y sentían mucho mejor que nosotros.
Buenos días.
Daniel Gómez Aragonés
Historiador, escritor y colaborador de SER Historia