El Ejército trabaja en la pasarela peatonal para comunicar la localidad de Landete (Cuenca)
Efectivos del Batallón de Zapadores Paracaidistas del Ejército de Tierra están montando la pasarela para comunicar la localidad
Miembros de del Batallón de Zapadores Paracaidistas instalan la pasarela sobre el río Algarra en Landete (Cuenca). / Ayto. de Landete
Cuenca
Catorce efectivos del Batallón de Zapadores Paracaidistas del Ejército de Tierra está montando una pasarela peatonal sobre el río Algarra para comunicar la localidad de Landete, que la Dana de la semana pasada dividió en dos al destruir prácticamente el puente del siglo diecisiete.
El alcalde del pueblo, Marciano Turégano, ha señalado que se trata de una pasarela modular prefabricada que el ejército instala en caso de necesidad y que desmonta cuando deja de hacer falta. La previsión es que esté lista a lo largo de la jornada de este lunes.
La pasarela se ha ubicado aproximadamente cien metros río arriba de donde está el puente para permitir los trabajos de desescombro. Además solucionará el acceso peatonal de los alumnos que viven en el pueblo hasta la zona del instituto.
La nueva pasarela permitirá a los vecinos de Landete cruzar de un lado al otro del pueblo. / Ayto. de Landete
La nueva pasarela permitirá a los vecinos de Landete cruzar de un lado al otro del pueblo. / Ayto. de Landete
En cuanto al tráfico rodado, deberá dar un rodeo de aproximadamente diez kilómetros a través del desvío que se ha habilitado para poder salvar el puente. Su reparación tardará aproximadamente seis meses, según ha adelantado el alcalde de Landete.
La delegada de la Junta de Comunidades en Cuenca, Marian López, ha agradecido la intervención del Ejército para garantizar la accesibilidad en Landete a petición del Gobierno regional.
López ha señalado que se mantuvo inicialmente el tráfico peatonal pero ante la aparición de grietas en el puente se decidió cerrarlo totalmente. Paralelamente, técnicos del Servicio de Carreteras y una Brigada de Carreteras se han desplazado a la zona para analizar el estado de la estructura antigua, para lo que se han instalado testigos y se han llevado a cabo catas y mediciones.
El paso peatonal que se habilita tiene veinte metros de longitud en dos tramos, uno por sentido, y un metro de ancho.
