Derribando muros
La firma de opinión del abogado y decano del Colegio de la Abogacía de Albacete, Albino Escribano
'Derribando muros', la firma de Albino Escribano
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Albacete
Hay ocasiones en que se pone de manifiesto la oportunidad de mostrar la verdadera estatura de las personas, atendiendo a necesidades reales que, casi siempre, no van destinadas a uno mismo, sino a satisfacer necesidades de los demás.
En ese momento se revela la verdadera potencia de un colectivo que, de modo solidario, se entrega sin condiciones para tratar de aportar a los que están en peores circunstancias lo necesario para superar ese mal momento. Encaran el problema, lo miran directamente y deciden ponerse en marcha para superarlo, cada uno con aquello que pueda facilitar. Empuñan palas, se proveen de bolsas y ponen sus manos a trabajar, con la consciencia de que son esas manos las que se mueven, pero es su alma la que está junto a los perjudicados.
En esos momentos también se pone de relieve las deficiencias y carencias, cuando no la mediocridad tantas veces anunciada, de quienes están en otras cosas que en lo fundamental, que es servir a los demás, especialmente cuando has sido elegido para ello y lo has prometido. Utilizan su potencia, fruto del trabajo y la aportación de todos, no para permitir empuñar instrumentos de trabajo, sino para seguir a lo suyo, a lo que les permita superar esta situación, sea como sea, y mantenerse, tal y como estaban, sin que nadie les moleste en el Olimpo.
Esa fuerza que les facilita su posición, como lo hacen en situaciones de normalidad, la utilizan también en las dificultades, pero para construir muros que les permita protegerse, no frente a quienes miran desde lo alto, sino frente a quienes, con las mismas ideas de llegar y mantenerse, optan a ocupar mañana su posición.
Esos muros que construyen, no aportan nada a la solución del problema, sino que separan a unos y otros, alejándoles de quienes necesitan que, sólo en un determinado momento, al menos, estuviesen a la altura.