Todos los Santos y Halloween, conexión humana y alivio para enfermos hospitalizados
La firma de opinión del facultativo y presidente del Colegio de Médicos de Albacete, Blas González
Todos los Santos y Halloween, conexión humana y alivio para enfermos hospitalizados, la firma de Blas González
Albacete
Hoy quiero hablar de dos festividades que hemos celebrado en estas fechas, la Fiesta de Todos los Santos y Halloween, y nos ayudan a reflexionar sobre cómo pueden servir de conexión humana y alivio para los nuestros ancianos que viven en residencias o para enfermos ingresados en el hospital. Aunque a primera vista parecen muy diferentes, estas fechas comparten un trasfondo común: el recuerdo y la conexión con aquellos que ya no están con nosotros, o atraviesan momentos difíciles en su salud.
Ambas celebraciones tienen un origen muy diferente. Halloween tiene raíces en la antigua festividad celta de Samhain, que marcaba el final de la cosecha y el inicio del invierno. Los celtas creían que, en la noche del 31 de octubre, el límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos se volvía más delgado, permitiendo que los espíritus de los fallecidos volvieran a la Tierra. Para protegerse de estos espíritus, encendían hogueras y usaban máscaras o disfraces para ahuyentarlos.
Con la llegada del cristianismo, Samhain fue asimilado a la festividad de Todos los Santos y con la Víspera de Todos los Santos, en inglés “All Hallows' Eve”, que con el tiempo se convirtió en Halloween. En la actualidad, Halloween es una celebración festiva que ha ganado popularidad en todo el mundo que conecta simbólicamente con el tema de la muerte y lo sobrenatural.
La Fiesta de Todos los Santos tiene un origen profundamente cristiano. Fue instaurada oficialmente en el año 835 por el Papa Gregorio IV, aunque en realidad esta celebración ya existía de manera local desde el siglo IV. En esta festividad, que se celebra el 1 de noviembre, la Iglesia Católica honra a todos los santos, conocidos o desconocidos, que han alcanzado la santidad y disfrutan de la vida eterna junto a Dios.
El 2 de noviembre, al día siguiente de Todos los Santos, celebramos el Día de los Fieles Difuntos, una fecha especial en la que recordamos a nuestros seres queridos que ya han partido. En muchas culturas, las familias visitan los cementerios para llevar flores a las tumbas de sus difuntos. Para aquellos que se encuentran en hospitales o residencias, puede ser un momento de profunda conexión, donde el recuerdo y las muestras de cariño ayudan a aliviar el sentimiento de distancia o soledad.
En el entorno hospitalario, estas festividades pueden tener un impacto significativo en los pacientes. La Fiesta de Todos los Santos y el Día de los fieles difuntos nos recuerdan la importancia de acompañar en su dimensión espiritual y emocional, especialmente a aquellos que están enfrentando enfermedades graves.
Halloween, por su parte, puede servir como una oportunidad para traer un poco de alegría y distracción, sobre todo entre los pacientes más jóvenes.
A través de llamadas, videollamadas o mensajes de familiares y amigos, los pacientes pueden sentirse acompañados y reconfortados. Organizando Actividades recreativas, como manualidades sencillas, decorar sus habitaciones, o quizás lo más importante, tomarse tiempo para escuchar a los enfermos o a los ancianos, especialmente a aquellos que no reciben visitas, puede ser de gran ayuda para aliviar su sufrimiento emocional.
Estas fechas nos invitan a reflexionar sobre la conexión humana, la memoria y el acompañamiento. Es un momento ideal para estar más cerca de aquellos que son más vulnerables, ofreciendo no solo cuidados médicos, sino también apoyo emocional.
La compañía y la solidaridad, en ocasiones, son la mejor medicina para el alma.
Blas González
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad...