Dana
La firma de opinión del periodista y crítico cultural, Juan Ángel Fernández
'Dana', la firma de Juan Ángel Fernández
Albacete
Seguro que no soy el único que traiga a estas firmas de opinión un tema tan infausto, tan desgraciado como la terrible y desdichada Dana que arrasó la provincia de Valencia y nuestro querido pueblo de Letur el pasado 29 de octubre, hace hoy quince días días. Recién llegado de fuera de nuestras fronteras he de decir que las ausencias del terruño se hacen igualmente angustiosas y desesperadamente ineficaces cuando minuto a minuto estás escuchando las noticias en la radio (excuso decir en que emisora tengo la aplicación telefónica local).
Reviso estos días la extraordinaria Danavalenciana de 1957. Entonces aún no recibía este nombre los sucesos ocurridos aquel 14 de octubre en la cuenca del río Turia, a su paso por la ciudad de Valencia que causó al menos 300 muertos, además de cuantiosos daños materiales. Como aquella riada (entonces los comunes a aquellos sucesos les llamábamos así: Riadas). Fue tan espectacular que se habló de ella hasta algunos años posteriores, de ahí el recuerdo desde nuestra niñez de la famosa riada de Valencia... y que ahora por motivos evidentes de estos días ha vuelto a ser recordada después de tantos años. Refrescamos memorias y consultas y nos enteramos de que no fue la única en la comunidad valenciana hasta ahora. Resulta que antes de la del 57 ocurrieron las de los años 1610 y 1628 cuando el río Turia experimentó once crecidas que afectaron diversos arcos de puente sin que el agua sobrepasara las orillas, pero además luego llegaron las de los años 1680, 1689 y 1695, 1800, 1845, 1855, 1857 y 1864, 1870... hasta aquel infausto otoño del 57 cuando una gota fría, fenómeno meteorológico caracterizado por una depresión aislada en niveles altos de la atmósfera, se estacionó sobre la zona, generando precipitaciones torrenciales. Desde aquel 11 de octubre, las lluvias comenzaron a intensificarse, registrándose acumulaciones extraordinarias que en algunos puntos superaron los 300 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas. La cuenca hidrográfica del río Turia, ya saturada por las precipitaciones anteriores, no pudo absorber tal volumen de agua. La catástrofe fue tal que durante muchos años después el suceso quedó en la memorabilia de todos los españoles. Los daños materiales fueron inmensos. Se estima que más de 1.700 personas vieron sus viviendas afectadas, muchas de ellas completamente destruidas. El sector comercial sufrió pérdidas millonarias: negocios anegados, mercancías perdidas y fábricas inutilizadas. La infraestructura urbana quedó severamente dañada: puentes colapsados, carreteras destrozadas y redes de suministro de agua y electricidad interrumpidas... ¿les suena?...
Meses después de aquella riada, ante la tardanza de las ayudas por parte del gobierno, el alcalde de Valencia, se enfrentó al gobierno de Franco el cual le destituyó inmediatamente por su descaro. Sin embargo, el alcalde logró su objetivo ya que como consecuencia de sus críticas se agilizó la ayuda a la ciudad y el proyecto del Plan Sur fue aprobado en 1958 con su objetivo prioritario de desviar el cauce del río Turia al sur de la ciudad para evitar futuras inundaciones. Desde entonces prácticamente ninguna incidencia exagerada en Valencia hasta estos pasados y horribles días.
Aunque por razones lógicas la puñalada moral más grave de todos esos desastres la sufrimos los albaceteños, lógicamente también los que estábamos en el quinto pino, oyendo y viendo las imágenes de nuestro querido Letur sin poder mover un dedo. Impotencia y pena absoluta al ver el pueblo más bonito de la provincia agredido de la forma más espantosa.
Estos días... Todo por Letur.
Hoy por Hoy Albacete (12/11/2024)