Una solución para El Pinar del Parque
La firma de opinión del jurista, profesor titular de Derecho Civil en la URJC, académico RAED, escritor y presidente de la Asociación de los Amigos de los Teatros Históricos de España (AMIThE) y del Foro Mazzantini, Javier López-Galiacho
'Una solución para El Pinar del Parque', la firma de Galiacho
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Albacete
Hoy hablamos de un rincón del Parque de Albacete que parece no encontrar quien lo quiera explotar. El mal llamado “Refrescante” ha quedado desierto en el concurso del Ayuntamiento, por segunda vez. No sé cuáles son las condiciones, pero algo habrá que revisar si queremos que este lugar se convierta en uno de los rincones hosteleros más valorados de la ciudad.
Los que ya tenemos unos años recordamos con cariño el restaurante El Pinar, que se encontraba en la zona donde ahora está el “Refrescante”. Por cierto, nombre que ya de por sí no invita a mucho. Refrescante será para los patos, no para las personas. Hablando de patos voy a contarles una triste anécdota que algunos recordaran. Cerca del viejo El Pinar, se abrió un pequeño estanque para estas aves. El gobernador civil más popular de Albacete, el locutor catalán Federico Gallo, presentador del mítico programa “Esta es su vida”, regaló a la ciudad en 1975 cuatro cisnes blancos que nadaban entre las aguas de aquel estanque. Una noche, aparecieron literalmente colgados en unos pinos cercanos, noticia que convulsionó a aquel Albacete en papel sepia.
El Pinar era un oasis en los duros veranos albacetenses. Por la mañana, era una delicia tomar un café con leche y leer el periódico local en papel. Recuerdo ir con mi padre, después de sus visitas al antiguo Sanatorio Santa Cristina, a disfrutar de un café o un Cola Cao y leer los periódicos. Por las tardes, El Pinar se llenaba de familias y niños jugando en libertad en un entorno natural incomparable. Y por las noches, gracias a El Pinar, Albacete parecía Baden-Baden.
¡Ay, el Parque! Qué bello eres y cuánto has sufrido. Tu estanque modernista destruido para ubicar el bello museo de Albacete, obra del arquitecto Escario. Los fusilamientos indiscriminados durante la guerra incivil. El mastodóntico monumento a los Caídos, en cuyas pilastras jugábamos de niños. La tala masiva de árboles al inicio de este siglo. El abandono del monumento a Azorín, levantado en 1967. Los Festivales de España, únicos en nuestro país, que se celebraban en el paseo central, con el colegio San Fernando, el antiguo quiosco Buenos Aires, como improvisados camerinos. Y qué decir de aquellos chalets modernistas que rodeaban el parque, hoy demolidos, el último no hace sino unos meses.
Cuando don Miguel de Unamuno visitó Albacete en 1932 para participar en los juegos florales del Teatro Circo, fue llevado a pasear por el Parque por Matías Gotor y José Serna, dos glorias de nuestras letras. El filósofo vasco quedó prendado y nos regaló este precioso epíteto: «Anejo a la ciudad, el Parque, pinar espacioso y bien plantado que alegra cielo, tierra, pecho y vista».
Desde estas ondas de la decana emisora de Albacete, solicitamos al Ayuntamiento que dialogue con el sector hostelero y revise las condiciones de adjudicación para que el viejo Pinar, ese mal llamado hoy “Refrescante”, reabra para el disfrute de los albacetenses y recuperemos así un espacio singular en uno de los parques más bellos de España.