La biodiversidad eres tú
La firma de opinión del profesor y catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha y director del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, Pablo Ferrandis
'La biodiversidad eres tú', la firma de Pablo Ferrandis
Albacete
Si hay un eje principal en el estudio de la ecología, ese lo constituye la biodiversidad. Cómo se organizan e interaccionan en la naturaleza los organismos vivos son cuestiones centrales de la ecología. El término de biodiversidad para referirse a la riqueza de formas de vida que pueblan la Tierra se acuñó en los círculos de las ciencias naturales en los años 80 del siglo pasado. Hoy en día forma parte del vocabulario popular en prácticamente todas las culturas. Y eso está muy bien, pues, de alguna manera, es el reconocimiento universal de que los humanos formamos parte de un complejísimo conjunto biológico del cual no podemos -ni debemos- excluirnos.
La biodiversidad o diversidad biológica hace referencia al número, variedad y variabilidad de los organismos vivos y de los ecosistemas de los que formamos parte. El debate sobre la biodiversidad se plantea generalmente en torno a la riqueza de especies, por tratarse de entidades, por lo general, distinguibles y cuantificables. El elefante, la hormiga o la amapola son especies bien distintas. Contémoslas pues y averigüemos, así, qué ecosistema, territorio, o continente contiene mayor o menor biodiversidad dentro de sus límites. Desde luego, es una buena aproximación. Los bosques tropicales húmedos ecuatoriales acogen mayor número de especies que ningún otro bioma del planeta. Se calcula que el 80% de las especies de insectos del mundo, el 30% de las aves, o el 40% de las plantas fanerógamas, por ejemplo, viven en los majestuosos bosques del Amazonas, la cuenca del río Congo y el Sureste Asiático. Por una sencilla razón: aquí, la actividad biológica no tiene restricción alguna a lo largo del año. Se podría decir que la vida, bajo el benigno clima tropical húmedo, está siempre a pleno rendimiento, dando cabida a una ingente cantidad de organismos diferentes. Conforme nos alejamos del ecuador hacia los polos, en general la riqueza biológica se va resintiendo por las sequías o las estaciones frías, que van limitando las especies capaces de vivir en esas latitudes. No perdamos de vista, tampoco, la cuenca mediterránea, área de enorme riqueza biológica, y, como integrante de ella, la península ibérica: a los nobles pueblos español y portugués nos acompañan unas 70.000 especies, solo entre animales, plantas y hongos.
La enorme diversidad de especies que hay en el planeta es el resultado de la evolución biológica por adaptación al medio a lo largo de los milenios. La vida, como un poderoso torrente sobre la Tierra, se derrama, coloniza y extiende por todos los ambientes, hasta crear esa fina capa viviente que envuelve su superficie: la biosfera. Aunque la existencia de cada organismo -la mía, la suya, apreciado oyente, o la del gusano- sea verdaderamente frágil, la vida, concebida como un todo que se transforma, diversifica y recicla, es uno de los fenómenos fisicoquímicos de mayor impulso, casi irrefrenable por fuerza alguna en su avance. De hecho, se ha sobrepuesto a cataclismos tectónicos, congelaciones globales e impactos de meteoritos, volviendo a recuperar el terreno perdido tras cada hecatombe. Seguramente sea esta versatilidad en su conquista la que la dota de una infinita belleza, desde la espiralada concha del caracol o la iridiscente pluma del ave, a los pintados pétalos de la flor: pregúntenselo, si no, a los poetas y a los pintores.
Pero la biodiversidad no solo se restringe a las especies. También incluye la diversidad de ecosistemas que hay en un territorio, cada uno de ellos con su conjunto de organismos e interacciones, origen de los servicios medioambientales que la naturaleza nos brinda a la humanidad. Y abarca, además, las diferencias entre los individuos de cada especie. Usted y yo, créaselo, somos irrepetibles y diferentes. No hace falta más que mirarnos a la cara. Cada uno de nosotros, merced al cruzamiento de la reproducción sexual, tenemos una dotación genética parecida, sí, pero única. Aunque esta diversidad sea mucho más difícil de cuantificar, está ahí para impulsar la adaptación de cada especie a nuevas situaciones. Por eso, estimado oyente, si quiere una definición alternativa de la biodiversidad, juguemos con las palabras de nuestro poeta posromántico Gustavo Adolfo Bécquer: “¿Qué es biodiversidad? ¿Y tú me lo preguntas? Biodiversidad… eres tú”.
Atentamente les saluda, Pablo de Passo.
Hoy por Hoy Albacete (14/11/2024)
Pablo Ferrandis
Pablo Ferrandis Gotor (Albacete, 1966) es Catedrático...