25N: Una llamada a la acción

Toledo

Desde 1999, cada 25 de noviembre celebramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Aunque esta fecha lleva más de dos décadas con nosotros, este año he sido especialmente consciente de su importancia. Ver una manifestación tan masiva en Toledo, con el espíritu del 8M, me ha llenado de alegría. Es esperanzador ver un movimiento feminista unido luchando por algo tan esencial: que ninguna mujer sufra violencia simplemente por ser mujer.

A menudo nos encontramos con cifras y estadísticas que, aunque importantes, pueden resultar abstractas. Pero, ¿qué tal si nos acercamos a la realidad? ¿Recuerdas la última vez que caminabas sola por la calle y un desconocido te siguió, provocándote miedo? ¿O cuando te dijeron un "piropo" totalmente fuera de lugar? ¿Y esos momentos en los que, estés o no sobria, alguien ha intentado besarte sin tu consentimiento?

Estas situaciones, y muchas otras, son formas de violencia que a menudo normalizamos. Es fundamental que todos nos pongamos en el lugar de las víctimas y entendamos el impacto de estas acciones, independientemente de nuestro sexo. La violencia hacia las mujeres es un problema sistémico que afecta a todas las personas, aunque las mujeres la sufren de manera desproporcionada. Es necesario desmantelar las estructuras que perpetúan la desigualdad entre hombres y mujeres.

La violencia hacia las mujeres se manifiesta de múltiples formas, desde lo físico hasta lo psicológico, pasando por lo económico y lo sexual. El acoso callejero, el control de pareja, la violencia sexual, la mutilación genital femenina y los feminicidios son solo algunas de las expresiones de esta problemática.

Es importante que tanto hombres como mujeres nos cuestionemos nuestros comportamientos y trabajemos juntos para erradicar la violencia machista. Educar a las nuevas generaciones en igualdad y respeto es clave para construir un futuro donde la violencia contra las mujeres sea solo un mal recuerdo.