Manosfera e ínceles
La firma de opinión del historiador y catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Castilla-La Mancha, Manuel Ortiz
'Manosfera e ínceles', la firma de Manuel Ortiz
Albacete
Hoy me dirijo fundamentalmente a los varones. Los cambios sociales vividos en este primer cuarto de siglo reflejan a la perfección una transformación vertiginosa del mundo mayor que los que han tenido lugar en la economía o la política. Mucho tiene que ver en esto la incorporación de la mujer a la vida pública a pesar de todos los obstáculos que se siguen planteando. Al menos en los países occidentales y, por extensión, en todos aquellos donde prima el liberalismo democrático el patriarcado, la absoluta hegemonía masculina y su deriva machista, se ha visto interpelada con fuerza y se han dejado ver sus costuras. Muchos hombres han reaccionado con presteza a favor de una sociedad que haga real la igualdad entre sexos. Pero son cada vez más, especialmente entre los más jóvenes, los que consideran que se ha vuelto la tortilla y que ahora vivimos sometidos a una hegemonía feminista que ha impuesto su ideología. Hasta el punto de que sorprenden las declaraciones de hombres que dicen sentirse acosados y actúan a la defensiva para crear una comunidad propia identitaria. Apelan a la tradición porque nuestros padres vivían con arreglo a unos roles de género muy marcados y, afortunadamente, superados. Quieren reproducir el modelo de masculinidad de esposo y padre de familia tradicional.
Muchos hombres, instalados en un absurdo machirulismo, probablemente provocado por un vacío emocional que genera frustración, se niegan a aceptar la lacra de la violencia de género y consideran que las políticas públicas que protegen a las mujeres en realidad están pensadas para discriminar a los hombres. Una vez más, las redes sociales se han convertido en tribunas privilegiadas desde las que algunos youtubers e influencers lanzan soflamas incendiarias construidas con datos falaces y mentiras contra una supuesta sociedad ginocéntrica. El sistema educativo se ha convertido también en un campo de batalla porque algunos colectivos quieren controlar la educación para que no sea el vehículo de transmisión de valores que se han ido abriendo paso en las últimas décadas y que persiguen abolir las barreras y los techos de cristal que impiden la mayoría de edad de la mitad de la población, las mujeres.
El auge de la extrema derecha global y sus discursos misóginos y supremacistas han completado un cóctel diabólico que está calando hondo en la sociedad y, especialmente, entre los más jóvenes cuyas relaciones sociales se han visto también afectadas. Muchos se conocen a través de plataformas virtuales en las que es muy fácil mentir y donde se abren paso estrategias tóxicas que generan mucha inseguridad y desconfianza hacia el sexo opuesto. Así se desprende del reciente informe de la UAB Aislamiento social y malestar emocional en la población joven en España. Cuantas menos interacciones cara a cara se dan entre los jóvenes, mayores son los niveles de malestar emocional. En este contexto se mueven como pez en el agua quienes pretenden mantener una situación de dominio masculino, de privilegios que se sostienen a costa de la discriminación y el control sobre las mujeres. Es la manosfera, -un elenco de foros, webs, blogs, canales y perfiles por internet marcados por la defensa de una masculinidad cargada de misoginia- donde domina un antifeminismo militante que considera que el feminismo conlleva una pérdida de derechos de los varones frente a las mujeres. En ella podemos encontrar los partidarios de la cultura incel -célibe involuntario- que arrastran a muchos a una especie de mundo paralelo en el que se sienten protegidos.Ante eso de poco sirven las evidencias y la propia Historia, algo que vengo comprobando con mucha preocupación en las aulas.
En lo que llevamos de año, 42 mujeres han muerto ya por culpa del terrorismo machista; 1.284 mujeres desde el año 2003. Una de cada tres mujeres de la UE ha sufrido amenazas y violencia física en su vida y una de cada seis ha sido víctima de violencia sexual. Son datos que deberían hacernos estremecer. Es una excelente oportunidad para que los hombres alcemos la voz y nos declaremos feministas, si eso significa apostar por una sociedad en la que ambos sexos podamos vivir verdaderamente libres e iguales.
Hoy por Hoy Albacete (28/11/2024)