Opinión

Santa y patrona, que no se olvide

El recuerdo de Santa Leocadia siempre ha estado presente en la memoria de Toledo en particular y en la de España en general

La mirada de Toledo: Santa y patrona, que no se olvide (05/12/2024)

Toledo

Buenos días nos dé Dios, don Carlos.

Si recuerdas, la semana pasada hablé sobre cuestiones vinculadas a las fechas pero reflexionando sobre lo rápido que va todo en nuestro día a día. Quizá por esa «velocidad cotidiana», si se me permite la expresión, se ha pasado un poco por alto que ayer día 4 de diciembre fue la festividad de Santa Bárbara, patrona de los artilleros, la cual está muy ligada a Toledo a través de la Real Fábrica de Armas.

Por otro lado, teniendo en cuenta que mañana es un día muy especial por su vinculación directa con nuestra Constitución, esa que actualmente es maltratada aunque prefiero no abrir esa puerta, sería una buena opción hablar de la misma. Igualmente, sería propicio hablar de la festividad de este domingo día 8 por ser el día de la Inmaculada Concepción, patrona de la infantería, y estando en Toledo ya sabemos lo que eso significa de la mano de la Academia de Infantería. Pero no, en verdad, no quiero referirme a Santa Bárbara, ni a la Constitución, ni a la Inmaculada Concepción, sino que quiero hacer un breve, pequeño y humilde alegato acerca de la patrona de Toledo —nuestra patrona—, Santa Leocadia cuya festividad se celebra el lunes 9 de diciembre aunque no será festivo local en la Ciudad Imperial.

Santa Leocadia vendría al mundo a finales del siglo III en Toledo y fue perseguida por su fe en tiempos del emperador Diocleciano. Acabó siendo encerrada esperando con ello sus captores que esta circunstancia provocase el abandono de su fe. Nada más lejos de la realidad. Esta virgen toledana aguantó impertérrita los estragos del propio encierro, la falta de alimento y las noticias que le llegaban sobre la persecución de otros cristianos hasta que la muerte vino a buscarla, no sin antes grabar con su dedo una cruz en la dura piedra de su celda. Su cuerpo fue abandonado cerca de la orilla del río Tajo hasta que fue recogido por otros cristianos dándole digna sepultura y pasando esta a ser lugar de culto.

Pues bien, el recuerdo de Santa Leocadia siempre ha estado presente en la memoria de Toledo en particular y en la de España en general, don Carlos, y vamos a argumentar esto con varios ejemplos. En el año 618 el rey godo Sisebuto inauguró la basílica de Santa Leocadia, siendo este edificio clave en la antigua capital goda. La cripta de la famosa Cámara Santa de Oviedo está dedicada ni más ni menos que a Santa Leocadia. Y por último, aunque podríamos decir mucho más, sus reliquias regresaron a Toledo en el siglo XVI desde tierras flamencas gracias a Felipe II y en época de los gloriosos Tercios de Flandes.

Como señalaría ese humorista al que tanto admiramos: «No te pido que me lo mejores, iguálamelo». Lo dicho, no olvidemos el 9 de diciembre a nuestra santa y patrona de Toledo, copón.

Buenos días.

Daniel Gómez Aragonés

Historiador, escritor y colaborador de SER Historia...