Cualquier día es bueno para seguir reivindicando

Toledo

El pasado 3 de diciembre se conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que por qué hago una entrada una semana después, si ya ha pasado un tiempo, y pierde fuerza y quizás interés ya que no sería del todo actualidad. La respuesta es fácil, entre otros motivos porque estoy más que convencida que la discapacidad debe ser un tema para tratar diariamente, y no solo el día de su conmemoración, por lo que me decidí a que fuera este el tema de esta semana.

Según la Organización Mundial de la Salud, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una relación estrecha y al límite entre las características del ser humano y las características del entorno donde vive. Por otro lado, la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad define a las personas con discapacidad como aquellas que tienen deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, en interacción con diversas barreras, pueden obstaculizar su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con los demás.

Aunque se ha avanzado mucho en materia de discapacidad, fíjense, si bien de 6 a 15 años las personas con discapacidad, mayoritariamente, se encuentran escolarizadas, todavía hay un elevado porcentaje de estos estudiantes que no recibieron los apoyos o adaptaciones curriculares que necesitaban, y que a partir de los 16 años solamente se encuentra estudiando un 2,9 por ciento. Hecho que repercute directamente en su incorporación laboral, estando solamente 1 de cada 4 personas con discapacidad trabajando y esto a su vez repercute en su autonomía e independencia.

Creo que ya es hora de romper con los estereotipos, prejuicios y cualquier otra situación de discriminación que pueda derivar a exclusión social, que es hora de hacer todo lo posible y más allá por no mantener una sociedad discapacitada, garanticemos entre todos la inclusión real de las personas con discapacidad, rompamos las barreras físicas, pero también las cognitivas y las culturales. Porque una sociedad democrática avanzada no puede presumir de tal si no incluye a todos sus miembros. Hasta que esto no sea así, cualquier día es bueno para seguir reivindicando.