Perderse por Toledo

Toledo

Buenos días nos dé Dios, don Carlos.

¿Has paseado estos días festivos por Toledo? ¡Madre mía! Qué locura, qué cantidad de gente, qué…todo. En verdad, no debería sorprendernos, ya que si a la atracción habitual que genera la Ciudad Imperial le sumamos la belleza de la iluminación navideña y el buen tiempo que ha hecho para las fechas en las que estamos, resulta muy difícil no querer pisar sus empedradas calles.

Sin embargo, para mí aquí está el quid de la cuestión. Todo ese barullo y jaleo que hemos visto, realmente, sólo se concentraba en una serie de calles y en unas determinadas plazas. De la gran cantidad de calles y plazas que tiene el Casco histórico toledano, insisto, todo se aglutinaba en los mismos puntos y quizás en exceso. En cuanto salías mínimamente de esas calles y plazas, la solitaria magia toledana podía envolverte otra vez casi sin ningún problema.

No sé cómo lo ves, amigo Carlos, pero con cuidado y cabeza, a mí me gusta perderme cuando paseo o visito ciudades cargadas de Historia, mito y leyenda. Entiendo que hay que recorrer determinadas calles y plazas, pero el placer de perderte y encontrar rincones que pasan desapercibidos sólo está al alcance de, por qué no decirlo, el más rico mazapán toledano.

Fíjate, amigo Carlos, no te voy a decir qué lugar es…a ver si tú o tus oyentes lo adivináis. Hay uno de esos rincones para perderse en la ciudad del Tajo que es uno de mis lugares favoritos. Aquí van las pistas para poder adivinarlo. Desde allí puede verse la ermita del Valle, el parador, la carretera del Valle, el Seminario Mayor, el Seminario Menor, la iglesia de San Andrés… ¿sigo? Venga, vamos con alguna pista más. Del mismo modo, puede verse el conservatorio de música «Jacinto Guerrero» e incluso una muy pequeña parte de la Catedral Primada, amén de muchísimos más edificios toledanos entre los que se incluyen más iglesias, conventos, casas, etc. Ciertamente, me acabo de trasladar allí…un lugar toledano poco transitado, con una vista única y…y…ahí lo dejo.

Sólo una cosa más. Damas y caballeros, piérdanse por Toledo.

Buenos días.