Opinión

El mundo (judicial) al revés

La firma de opinión de la profesora y catedrática de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha, María José Aguilar

'El mundo (judicial) al revés', la firma de María José Aguilar

Albacete

Hace unos días el caso de Juana Rivas ha vuelto a ponerse de actualidad. Como recordarán nuestras oyentes, esta madre tuvo que soportar desde hace ya quince años, que se le considerara una manipuladora mientras al padre de sus hijos se le hacía la ola mediática y judicial como si fuera un padre modelo.

A los sesgos de género profundamente discriminadores de nuestro sistema judicial (y también de los medios que los amplifican) se unieron los sesgos y la discriminación de género por parte de los servicios sociales italianos.

Las denuncias por violencia de género no sirvieron para nada, los hijos fueron arrebatados a su madre que sólo intentaba protegerlos a toda costa de un padre maltratador y violento.

La Fiscalía italiana, acusa ahora al padre de los hijos y expareja de Juana Rivas, de maltratador. Algo que la propia madre lleva denunciando quince años.

El estereotipo de ‘madre manipuladora’ expresa como pocos el argumento más frecuente que jueces y medios emplean para justificar la violencia institucional contra las madres protectoras que, como Juana, sólo quieren que sus hijos estén a salvo.

De poco está sirviendo que varias relatoras de la ONU o que el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer hayan alertado de esos sesgos discriminatorios que cuestionan la credibilidad de las mujeres y determinan gran parte de las decisiones judiciales.

El caso de Juana Rivas también demuestra cómo, en nuestro país, los niños y niñas siguen sin ser escuchados. Cómo pesa más el sentido de propiedad de los hijos por parte del padre, que el verdadero interés superior del menor.

El colmo ha sido que el juez español que encarceló a Juana Rivas por defender a sus hijos de un padre violento y maltratador, ha tenido la desfachatez de pedir una indemnización de 100 mil euros por daños y perjuicios debido a que se ha puesto en evidencia su machismo judicial y su desprecio a madres como protectoras como Juana.

Lo peor de todo esto es que el caso de Juana no es uno entre unos pocos. El caso de Juana nos muestra la violencia institucional contra las víctimas; que de forma sistemática se ejerce con las madres que quieren alejar a sus hijos del peligro de vivir con padres violentos y maltratadores.

El hijo mayor de Juana Rivas ha tenido que grabar un video justo al cumplir la mayoría de edad para que ahora se acuse al padre de maltrato. En ese vídeo denuncia las vejaciones y la violencia sufrida por él y por su hermano, y pide que se aparte a su hermano menor del padre por el maltrato sistemático que han sufrido, y que seguirá sufriendo el pequeño si el sistema no lo impide.

No son jueces aislados, son jueces que presiden tribunales superiores de justicia.

No es violencia puntual con algunas víctimas, es violencia institucional contra las víctimas a quienes se tendría que proteger y defender.

Y después de tantos meses culpabilizando a la víctima, ahora sólo unos pocos medios y durante un par de días se hacen eco de la verdadera situación… Por eso hoy, quiero pedirles que no lo olviden. Y que la próxima vez que se vuelva a hablar de madre manipuladora, recuerden el caso de Juana Rivas. Y de tantas otras…

Hoy por Hoy Albacete (16/12/2024)