Opinión

Responsabilidad institucional

La firma de opinión del abogado y decano del Colegio de la Abogacía de Albacete, Albino Escribano

'Responsabilidad institucional', la firma de Albino Escribano

Albacete

Hace unos días, la presidenta del Consejo General del Poder Judicial, que lo es también del Tribunal Supremo, María Isabel Perelló, emitió un comunicado en el que hacía una llamada, fundamentalmente a lo que se ha llamado la clase política, a no cuestionar, de forma generalizada y permanente, la labor de los jueces.

Una de las manifestaciones evidentes de irresponsabilidad, es el tratar de imputarla a los demás cuando algo no nos gusta. Unas veces es porque nosotros, en nuestra perfección, no podemos equivocarnos. Otras veces se trata simplemente de desviar la atención: lo que no nos viene bien, es mentira.

Los jueces, que todavía son humanos, se equivocan de vez en cuando. Estoy dispuesto a afirmar que en el mismo porcentaje que nos equivocamos cada uno de nosotros en nuestra profesión. Y es cierto que, en otra muestra de humanidad, los hay mejores y peores, lo que contribuye sin duda a que se equivoquen más o menos, como ocurre en el trabajo de cada uno. Por eso, la Presidenta decía que la actuación de los jueces podía y debía, en su caso, ser criticada, pero no cuestionada.

Y la razón que justifica esto último es que ese cuestionamiento de la imparcialidad de los juzgadores menoscaba la confianza de los ciudadanos en la Justicia y con eso se provoca un gran daño institucional.

Llama la atención que quienes más deben respetar las instituciones, de cuyo buen o mal funcionamiento son responsables, al menos parcialmente, sean los que, en una manifestación de irresponsabilidad, las cuestionen. El hecho de que lo hagan quienes han sido elegidos por los ciudadanos, otorgándoles su confianza, es todavía peor, ya que esa elección debería otorgarles mayor verosimilitud a sus opiniones.

El problema es que tampoco nadie se cree esas opiniones, lo que pone de manifiesto el deterioro institucional.

A diferencia de otros puestos de responsabilidad, los jueces acceden a su trabajo en base a su mérito y capacidad, mediante un sistema objetivo, y están sujetos a responsabilidad por su actuación. Los hay mejores y peores, se equivocan a veces, sobre todo cuando no nos beneficia su decisión, pero sin duda como colectivo desempeñan un trabajo fundamental, muy sacrificado, que puede ser criticado en base a argumentos y a la buena fe, pero nunca cuestionada su actuación atribuyéndoles intereses o maquinaciones espurias.

Y si lo hacen en alguna ocasión, más que hablar lo que hay que hacer es acudir a los Tribunales. Lo demás es la selva.

Hoy por Hoy Albacete (18/12/2024)