Mazapán

Toledo

Buenos días nos dé Dios, don Carlos.

A buen seguro que muchos oyentes tanto de Cadena SER Toledo como de la Cadena SER a nivel nacional están comiendo estos días rico mazapán. Fíjate, amigo, Carlos…Dice ese libro tan clave y fundamental, el Diccionario de la Lengua Española, que el mazapán, en su primera acepción, es «pasta hecha con almendras molidas y azúcar pulverizado, que se presenta en formas diversas, bien en barras, bien en figuras de mayor o menor tamaño». Pues bien, en Toledo gozamos de una rica gastronomía con platos compartidos con otros lugares, especialmente del sur de Castilla, como el ciervo —aunque prefiero decir venao si se me permite—, las migas, la sopa castellana o platos más específicos como las perdices o, como no, las benditas carcamusas. No obstante, resulta casi imposible separar Toledo y mazapán, mazapán y Toledo. Y es que el mazapán es santo y seña de la gastronomía toledana y no sólo de la capital, sino también de distintos puntos de la provincia como por ejemplo Sonseca.

Por otro lado, y ahora se verá el punto al que quiero llegar, recientemente la sidra asturiana ha sido declarada, ni más ni menos, Patrimonio Mundial Inmaterial por la Unesco. Ahí es nada. Lógicamente, esto no ha sido por arte de magia, sino que detrás hay casi diez años de duro trabajo por lo que he podido leer en prensa. No voy a mentir y la verdad es que desconozco los requisitos para conseguir tan distinguido reconocimiento. Más allá de esto, creo que todavía nos queda mucho trabajo por hacer a la hora de conseguir que el mazapán de Toledo y su provincia posea los más altos reconocimientos a los que pueda optar tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Y es que la gente al escuchar la palabra «mazapán», debería, o debe, asociarlo automáticamente con Toledo como sucede con nuestras famosas espadas.

Y para cerrar esta navideña sección, vuelvo a mi querido sabio San Isidoro de Sevilla que dice en su obra Etimologías lo siguiente sobre la comida: «Los banquetes son propios de los reyes; las comidas lo son de las personas privadas. Se denominan “delicias” porque con ellas se deleitan los hombres y se apetecen con moderación». A partir de aquí, yo digo: seamos reyes y estemos en un banquete o seamos personas privadas y estemos en una comida, con moderación, sigamos deleitándonos con esa dulce delicia que es nuestro incomparable mazapán. Por lo nuestro, copón.

Buenos días y Feliz Navidad.

Únete al canal de WhatsApp de la SER