Bienvenidos al Casco

Toledo

Buenos días, Carlos. Buenos días, oyentes.

Si son ustedes de los que celebran la Navidad, o las fiestas, o el solsticio de invierno o cualquier otro festejo de estos días (que no seré yo quien les diga qué festejar y cuando, que seguro que son ustedes mayorcitos para decidir).

Si son, además, de los que sienten que las luces de colores les llevan una especie de epifanía que les impulsa a redescubrir y a conocer su propia ciudad con destellos de “brilli brilli”, bolas gigantes o árboles de plástico de alturas imposibles.

Si acaso son de los que les apasiona camuflarse entre el gentío y caminar codo con codo con desconocidos a paso de procesión de Corpus por las arterias del Casco, dejando que la marea humana fluya y decida su destino.

Si han sido capaces de superar el hachazo de que les cobren la caña o el vino a precio de aceite de oliva y tienen asumido que las raciones empequeñecen al mismo ritmo que sus salarios.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Si quizá son apasionados de la música y aun así disfrutan veinte veces al día en Zocodover del saturante “All i want for Chritsmas is you” o de Bisbal paseando a un burrito sabanero (sea eso lo que sea).

Si, por el contrario, no son ustedes de nada de esto pero, contagiados por el espíritu de las navidades pasadas, presentes o futuras, les apetece subir al Casco, a nuestro barrio y compartir con nosotros calles, callejas, plazas y plazuelas.

Entonces…. ¡BIENVENIDO, BIENVENIDA!, los vecinos y vecinas del Casco les acogemos con los brazos abiertos, las luces encendidas, los bares llenos y los mercadillos listos.

De verdad, no es ironía, suban a vernos, estamos encantados de compartir por unos días un barrio que nosotros gozamos a diario, que nos encanta que sientan como suyo, que lo es, y que disfrutamos sintiéndolo lleno de vida, de gente, de risas.

¡Vengan a vernos! En serio.

Pero por favor, se lo ruego, se lo suplico incluso; suban en autobús o dando un paseo.

Ustedes son bienvenidos, sus coches, no.

Feliz 2025. Hasta el año que viene. Besos.

Javi Mateo