La puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones de Cuenca queda en manos de la oposición

Cuenca

La Zona de Bajas Emisiones de Cuenca ha quedado en manos de la oposición. Después del rechazo del Pleno a la propuesta presentada por el Equipo de Gobierno el siguiente paso será esperar a que los grupos del PP, Cuenca en Marcha y Vox hagan sus planteamientos para llegar a un acuerdo. El concejal de Urbanismo de Cuenca, Adrián Martínez, ha recordado que la instalación de esta zona es una obligación por parte de la normativa europea en todas las ciudades que superen los 50.000 habitantes. También ha criticado que son su voto en contra, las tres formaciones políticas de la oposición han puesto en riesgo las ayudas del 50% a los abonos del transporte público.

Según ha destacado, para elaborar su propuesta se utilizaron sensores de tráfico y medidores de calidad del aire. También se encargó un proyecto para delimitar la zona de bajas emisiones redactado por un ingeniero de caminos que distinguía entre tráfico principal y secundario.

Según ha lamentado, el planteamiento del Gobierno municipal pretendía ser el germen también para el resto de la ciudad de un cambio en la forma de movilidad priorizando los desplazamientos peatonales, el transporte público y los vehículos de movilidad personal.

En cuanto a la falta de comunicación con las asociaciones interesadas que han criticado desde la oposición, el concejal ha asegurado que sí que han hablado pero que haya conversaciones no quiere decir que se acepten todas las reivindicaciones. Asegura que han ido más allá de lo establecido de en la Ley y que han cedido en algunas de las peticiones que recibieron, como lo relacionado con la inclusión de la calle Virgen de la Luz.