La lluvia que no olvidamos

Talavera de la Reina

Afuera llueve. Otro día más. Y, como un eco constante, la ciudad no habla de otra cosa. "¿Cuánto va a durar esta vez?", "¿Llegará el Tajo a desbordarse?", "¿Cómo está el Alberche? ¿Y Cazalegas?", "¿Hasta dónde ha subido el nivel del agua por allí?", "¿Cuándo volverán las clases en los centros educativos cercanos al río?"

Preguntas que se repiten, inquietudes que crecen con cada nuevo chaparrón. Porque después de la DANA en Valencia, ya no miramos la lluvia con la misma indiferencia. La memoria es reciente, demasiado reciente. Aquel episodio nos dejó en vilo y nos mantiene alerta. Aunque sean muchos los kilómetros de distancia. Y nuestros responsables políticos han aprendido. O, por lo menos, eso parece.

Y es que han pasado cuatro meses y medio desde la mayor catástrofe que ha golpeado a la Comunidad Valenciana. 228 muertos. Un reguero de destrucción. Y esta semana, por fin, una magistrada ha dado el primer paso para investigar a sus responsables políticos. Merece la pena leer el auto. Son solo 16 páginas.

Pero más allá de la incertidumbre y las responsabilidades, cabe preguntarnos: ¿cómo gestionamos estas crisis? La prevención y la coordinación son clave. Porque no se trata solo de mirar al cielo con temor, sino de prepararnos para que la historia no vuelva a repetirse.