Los lunes

Toledo

Vale, lo sé, estamos a viernes. Para mi es mi día favorito de la semana, y más en semanas cómo éstas que para un trabajo como el mío, cuando afortunadamente no para de llover, terminan por fin hoy. Pero ¿Qué narices nos pasa con los lunes?

Siempre culpamos a los lunes de todo, volvemos a trabajar, si hace mal día si estamos cansados, si algo nos sale mal, jamás asumimos responsabilidades; la culpa la tiene el lunes por ser el primer día de la semana.

A no ser que el lunes sea festivo claro está, que ya argumentamos de mil maneras diferentes, lo maravilloso que es que la semana empiece con un lunes que no tengamos que trabajar o que empecemos nuestras vacaciones.

Supongo que más que por el día de la semana, para nosotros significa que termina la libertad que tenemos los fines de semana, se termina el momento y espacio de ocio que tenemos no condicionado a horarios y rutinas a los que estamos acostumbrados entre semana. De hecho, todas las personas que conozco en este mundo, con una excepción, empiezan la semana con la única motivación de que llegue el viernes por la tarde, para dar un carpetazo y empezar el fin de semana.

El caso raro, que da para un largo análisis, es el de la única persona en la faz de la tierra que conozco, que su día favorito de la semana son los lunes, algo incompresible para mí, pero para él es cuando todo empieza, cuando todo se reinicia, y encima lo recibe con alegría. Llevo años viendo como sonríe cuando habla de los lunes. Hay gente para todo, claro está.

Pero lo que sí es cierto, es que debemos asumir que cuando nos levantemos de la cama con cara de lunes, e intentemos culpar al día de la semana de nuestras vicisitudes, recordemos que nada tiene que ver con el calendario, ni con los recuerdos del fin de semana recién finalizado, solo hay que pensar, que en cuatro días más será viernes. Seamos prácticos señoras y señores. Que pasen un buen fin de semana todos.