Se abren las compuertas del trasvase entre los embalses de Entrepeñas y Buendia casi 30 años después

Toledo (Toledo)

Este lunes se ha producido una imagen que hacía 28 años que no se producía, es decir, desde 1997. Esa imagen es la apertura del canal de trasvase que une los embalses de Entrepeñas y Buendía. Dos embalses situados en la provincia de Guadalajara y que forman parte de la cabecera del río Tajo. Un canal que ha vuelto a llevar agua, después de casi tres décadas sin hacerlo, tras la orden dada por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Todo ello, después de que el embalse de Entrepeñas llegase a la cota de 714,19 metros sobre el nivel del mar. En concreto, a día de hoy, cuenta con casi 700 hectómetros cúbicos, es decir, está a más del 85% de su capacidad. Unos datos que contrastan con los registrados hace apenas dos años, en 2023, cuando llegó a almacenar apenas 190 hectómetros cúbicos. Un incremento de su volumen de agua embalsada que se ha multiplicado casi por cuatro en menos de dos años.

Por su parte, el embalse que está recibiendo ese trasvase, el de Buendía, cuenta con 666 hectómetros cúbicos almacenados. Un dato que supone casi el 40% de su capacidad. Dos embalses que, además, son los que nutren el trasvase Tajo-Segura, que desde los pueblos ribereños de esta zona se busca suprimir. Todo ello, aseguran, porque las comunidades autónomas del Mediterráneo pueden poner en marcha desalinizadoras para poder abastecer a la población y, también, regar sus diferentes cultivos.

Un desembalse que se produce a un ritmo de 40 metros cúbicos por segundo, tal y como ha detallado el presidente de la propia Confederación Hidrográfica del Tajo, Antonio Yáñez.

Una apertura de estas compuertas que viene motivada por las abundantes lluvias de las últimas tres semanas. Unas lluvias que, también, han producido el aumento del caudal del río Tajo en diferentes poblaciones españolas, como es el caso de Talavera de la Reina y de Toledo. En el caso de Talavera, su caudal ha sobrepasado los 1.400 metros cúbicos por segundo, mientras que la capital de Castilla-La Mancha, ha llegado a rozar los 470 metros cúbicos por segundo. Todo en una crecida que hacía décadas que no se veía.