Canta la rana y no tiene ni pelo ni lana

Toledo

Después de estas lluvias primaverales comenzarán a aparecer los anfibios que han estado ocultos durante todo el invierno. En el planeta tenemos unas 8000 especies que tienen dos fases de su vida muy marcada: la primera en el agua como renacuajos y la segunda, en tierra como adultos.

Los primeros fósiles de anfibios se remontan a unos 350 millones de años. Es decir, los anfibios convivieron con los dinosaurios, cosa que nosotros no pudimos hacer ya que nuestra especie es posterior a la desaparición de estos. El primero homínido se data en unos 3 o 4 millones de años. Las evidencias actuales indican que son descendientes de un grupo de peces similares a los Celacantos actuales. Por poner un ejemplo, hace unos años se descubrió un anfibio fósil del Género Iberospondylus en Puertollano que se estima que es el anfibio más antiguo encontrado en la península Ibérica y vivía hace unos 303 millones de años.

Actualmente, en la península Ibérica contamos con 32 especies, aunque esto puede cambiar ya que algunas especies de convierten en dos cuando los estudios genéticos son más precisos. Es algo que suele ocurrir con los avances del conocimiento científico. Los anfibios que tenemos pertenecen a dos tipos:

1) Los anuros (ranas y sapos) que tienen el cuerpo corto, carecen de cola y sus patas posteriores son más largas que las anteriores.

2) Los urodelos (tritones y salamandras) que tienen el cuerpo alargado y tienen cola.

Los anfibios tienen muchas características que los hacen únicos. Dependen del agua porque necesitan tener la piel húmeda para realizar la respiración en la fase de adultos, mientras que en la fase juvenil como renacuajos respiran a través de branquias externas. En estas fechas se acercan a las zonas húmedas desde sus escondrijos invernales para iniciar la reproducción. Los machos o bien cantan como es el caso de ranas y sapos, o bien se exhiben como es el caso de los tritones para atraer a las hembras con las que copularán. Los machos se agarrarán a la espalda de las hembras y la cópula será externa o interna y producirá huevos que suelen ir en un cordón gelatinoso y que tienen que permanecen durante el desarrollo larvario en el agua o con un alto grado de humedad ya que no tienen cáscara. En algunas especies como el Sapo partero ibérico (Alytes cisternasii) el macho transportará el cordón de huevo entre sus patas y les asegurará ambientes húmedos para que se desarrollen los embriones. Una vez salen del huevo, tenemos los renacuajos que tiene una larga cola para nadar y poco a poco la irán perdiendo y desarrollando patas para transformarse en adultos. Este proceso es lo que se denomina la metamorfosis.

Una especie, un espacio

Esta semana os traemos el sonido de dos especies de anfibios: el Sapo partero (ibérico (Alytes cisternasii) y la rana común (Pelophylax perezi). El primero suele cantar por las noches y el segundo suele escucharse de día al acercarnos a cualquier zona húmeda. La función del canto es la misma, al ser un canto de la especie, es decir, cada especie tiene un canto y al realizarlo los machos, estos pretenden atraer a las hembras para copular con ellas.

Como espacio, pues nada mejor que darse una vuelta por algún rio pequeño de la comunidad, en el día de hoy creo que el rio Bullaque es un buen sitio para ir a escuchar y ver los anfibios que se acercan a él. Es un rio con un ecosistema muy bien conservado que merece la pena ser visitado una vez disminuyan los cauces por el exceso de lluvia que hemos tenido.