Del dolor a la resiliencia: la vida de Rubén Martínez al frente de Rujamar

Rujamar, una de las empresas más innovadoras y punteras en el sector avícola de España, ha logrado posicionarse como un referente en la producción de huevos, especialmente destacándose por su núcleo de producción ecológica siendo el mayor de todo el país. Durante estas cuatro décadas de camino, la compañía ha superado numerosas adversidades consolidándose no solo como un modelo de negocio sostenible, sino también como un ejemplo de resiliencia.

La empresa nació en 1984, inicialmente bajo el nombre de Los Romerales, en un contexto de empresa familiar. Sin embargo, el nombre de Rujamar no se adoptó hasta 2002, después de una tragedia personal: la muerte de Jacob, el hermano de Rubén Martínez, actual CEO de la compañía. El nombre Rujamar es una combinación de "Rubén, Jacob y Martínez", un homenaje a su hermano fallecido, tal y como ha contado el propio Rubén en una entrevista en 'La Ventana de Castilla-La Mancha'.

Dos años después de esa pérdida, en los que estuvo trabajando mano a mano con su padre, Rubén también tuvo que despedirse de su progenitor por una muerte "muy dura". Así, Rubén, en solitario, tuvo que asumir la dirección de la empresa en un momento muy difícil tanto en lo empresarial como en lo personal.

A pesar de la falta de experiencia en el campo avícola y la intención inicial de alejarse de la granja, Rubén se "refugió en el trabajo" y el propio negocio poco a poco le fue enamorando del mundo del huevo y la gallina. Con el paso de los años, la empresa no solo creció, sino que se convirtió en pionera en varios aspectos dentro del sector. En 2018, Rujamar dio un paso significativo al eliminar las jaulas de su sistema productivo, un hito en el bienestar animal que ninguna gran empresa en España había logrado hasta entonces. Este fue solo uno de los muchos avances de la compañía, que también ha apostado por la tecnología, la producción ecológica y la utilización de energías renovables, entre otras innovaciones.

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Pero, pese a esos grandes retos alcanzados, el camino no ha sido fácil para Rujamar. Hace un año, en abril del 2024, la empresa vivió uno de sus peores momentos con un devastador incendio que destruyó un tercio de su producción. A pesar de las pérdidas millonarias, Rubén se comprometió a despedir a ninguno de sus empleados. "El incendio fue un palo muy gordo para la compañía, pero nunca dudé de que esto no iba a acabar con nuestra ilusión ni con el propósito de seguir adelante", ha dicho. La determinación valió la pena porque, un año después, Rujamar se ha recuperado rápidamente y ya ha logrado dos tercios de lo perdido por las llamas.

A día de hoy, Rujamar es una compañía cuya propiedad la tiene al 100 % Rubén Martínez, quien después de haber contado con socios minoritarios, "ahora tiene la libertad" de llevar la empresa hacia un nuevo rumbo. Su visión para el futuro es clara: consolidar el mercado del huevo en España, duplicar la producción en los próximos dos años y expandir su modelo de negocio a nivel nacional e internacional. "Queremos crecer y contribuir al sector, ofreciendo un modelo de negocio responsable y sostenible que pueda ser replicado", ha contado Rubén.

En un sector como el avícola, donde los desafíos son constantes y se trabaja cada día del año, Rujamar asegura que la innovación, el compromiso con el bienestar animal y la sostenibilidad son las claves para seguir adelante y continuar escribiendo su historia.