La curiosa relación entre Vargas Llosa y Argamasilla de Alba: Era académico de honor

Argamasilla de Alba

El mundo de la literatura sigue llorando el fallecimiento de Mario Vargas Llosa, maestro inmortal de las letras. Vargas Llosa tenía un curioso vínculo con Argamasilla de Alba, en Ciudad Real, localidad que le nombró Académico de Honor en el año 2005.

Fue la conexión que guarda Argamasilla con Azorín lo que despertó la curiosidad Vargas Llosa. El autor peruano quedó sorprendido por las múltiples veces que Azorín mencionaba Argamasilla, como, por ejemplo, su casino o su rebotica.

En 2005, y aprovechando las celebraciones por el cuarto centenario de El Quijote, Vargas Llosa acudió a Argamasilla para conocer los misterios de esta tierra tan quijotesca. Allí fue recibido por Pilar Serrano, actualmente presidenta de los académicos de la Argamasilla, entre otras autoridades.

Una relación que siguió después de su visita: "No se olvidaron de nosotros. Patricia, su mujer llamaba constantemente", expresa, dejando "la promesa de volver". Sin embargo, nunca se cumplió por la intensa agenda del escritor.

Su visita a la localidad

Vargas Llosa, un entusiasta de El Quijote y todo lo que representa su figura, encontró en Argamasilla de Alba el escenario real donde la obra universal cobra vida. Visitó el Castillo de Peñarroya y probó varios de los platos que narra Miguel de Cervantes. "Gachas, migas, asadillo... probó de todo", cuenta entre risas.

Con más de 30 doctorados y un Premio Nobel de Literatura en su haber, uno de los reconocimientos más curiosos que guarda Vargas Llosa es el ser académico de honor de Argamasilla de Alba.