El acceso a la universidad pública, más allá de la matrícula gratuita

Talavera de la Reina

La aprobación de la matrícula gratuita para el primer curso universitario en la UCLM y el campus de Guadalajara llega en un momento crucial, a menos de dos meses de las pruebas de selectividad. Con cinco millones de euros de inversión, Castilla-La Mancha no solo alivia la carga económica de miles de familias, sino que reivindica la educación pública como un derecho esencial. Esta decisión contrasta con el deterioro de otras universidades públicas, como las madrileñas, donde el gobierno de Ayuso ha dejado sumamente mermadas las cuentas, impactando de manera drástica en su funcionamiento y, especialmente, en el papel social que desempeñan.

Es cierto que, frente al enfoque de “café para todos”, las políticas públicas deben priorizar el acceso a la universidad de quienes enfrentan mayores dificultades económicas. La medida, aunque valiosa, plantea interrogantes: ¿Qué ocurre tras el primer año? La gratuidad inicial es un respiro, pero muchos estudiantes abandonan los estudios por los costes posteriores.

Si bien es un avance significativo, debe ser el inicio de políticas más ambiciosas. La equidad universitaria exige compromisos a largo plazo: becas ampliadas, apoyos continuos y una visión que trascienda fronteras administrativas. Celebremos este paso, pero sin olvidar que la verdadera justicia educativa se construye con acceso sostenible, no con parches temporales.