Vivir frente al Tajo pero lejos del supermercado

Toledo

Mirando al río Tajo, entre la Ronda del Valle y San Bernardo, está el barrio de San Martín. Un barrio pequeño y lineal, donde no hay servicios públicos como colegio, centro de salud o tiendas de alimentación, pero la vida fluye tranquila y en buena armonía. Sus fiestas de La Cava fueron la revelación hace varios veranos y, hoy en día, son un imprescindible de la vida social toledana en el mes de septiembre. Pero no sólo por el aspecto lúdico, de la mano de conciertos y comidas populares, sino por el compromiso social que demuestran en sus actividades y mesas redondas abiertas a todos los colectivos y temáticas.

Mejor accesibilidad, pasos de cebra seguros, y la recuperación medioambiental del río son algunas de las preocupaciones de sus habitantes. La asociación de vecinos La Cava viene trasladando al Ayuntamiento de Toledo estas necesidades a través de sucesivas reuniones, como nos ha contado Carlos Gutiérrez, uno de los miembros del colectivo. El arreglo de aceras, la instalación de contenedores de reciclaje para la recogida selectiva, poder usar algunos caminos y más resaltos para evitar que los coches circulen a mayor velocidad de la permitida han sido ya trasladadas. Recientemente se han ejecutado algunos aunque quedan puntos peligrosos, según nos recuerdan.

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Este barrio ribereño tiene una gran conciencia medioambiental. Por eso hacen hincapié en la limpieza del río, y la protección de su fauna, o la restauración forestal en zonas degradadas como el Parque de Polvorines donde está proyectada la Ciudad del Cine. Desde la Cava seguirán solicitando el uso del torreón del puente de San Martín, como sede de la asociación, o que los consejos de participación sean más eficaces. El otro objetivo, en clave interna, es que los vecinos participen más y así crear comunidad.

Las demandas de La Olivilla

Dentro de este barrio lineal encontramos varias urbanizaciones ubicadas junto a la antigua Venta de La Olivilla. La seguridad vial ha mejorado tras la reciente instalación de un resalto junto al Cigarral de San Martín. Pero quedan pendientes otros asuntos. Uno de ellos es el adecentamiento de los accesos e itinerarios más deteriorados, como el propio puente de La Cava, en la margen que linda con el Cristo de la Vega, o la acera de la carretera de Navalpino, donde hay falta de continuidad que obliga a los peatones a salir a la calzada.

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Igualmente los vecinos ponen el foco en la necesidad de reparar el firme donde han ido apareciendo grietas y baches de distinto tamaño. Renovar la iluminación, con farolas más eficientes, es otra de las demandas.