La sandía continúa su tendencia al alza en Castilla-La Mancha: este año se plantarán cerca de 4.000 hectáreas

Ciudad Real

Comienzan la campaña de dos de los productos más emblemáticos e importantes del sector agroalimentario castellanomanchego: el melón y la sandía. Y como ha pasado en los últimos años, frente al descenso o estancamiento de las hectáreas de melón, la sandía sigue creciendo en superficie cultivada. El motivo el cambio climático que provoca veranos más calurosos.

De hecho, mientras en el caso del melón se espera cultivar una superficie parecida a las algo más de 5.600 hectáreas del pasado año, la de sandía se estima que crecerá entre un 12 y un 15 por ciento y se alcanzará una cifra cercana a las 4.000 hectáreas. Y es que los veranos cada vez más calurosos marcan una tendencia a favor de la sandía, más ligera para los rigores estivales.

En general, las altas temperaturas, como ha explicado José Ángel Serrano, presidente de la interprofesional del melón y la sandía, son el mejor aliado para el sector y el principal detonante para que una campaña sea buena.

En cuanto a la exportación la sandía sigue teniendo mejor acogida en mercados internacionales que el melón de piel de sapo manchego. Y es que en el resto de Europa están más acostumbrados al calibre y color de variedades como el galia o amarillo, y aunque cada vez se cultivan más en la región, todavía se hace de manera minoritaria. De hecho, el crecimiento de la superficie de sandía es precisamente por la demanda en mercados exteriores.

Preocupa y mucho la llegada de melones desde Brasil a finales de agosto y principios de septiembre. Distribución que se hace principalmente en grandes superficies por lo que hace un llamamiento a mirar la etiqueta y consumir producto nacional.

En estos momentos se está realizando la plantación con manta térmica y la recolecta se espera que comience a mediados de julio y se prolongará, previsiblemente, hasta octubre.

El cultivo de la calabaza, en auge

Uno de los cultivos que está aumentando su presencia en Castilla-La Mancha en los últimos años es el de la calabaza. Un producto con muy buena comercialización que además sirve como rotación para reponer el terreno.

Pese a la buena acogida, Serrano recomienda a los agricultores que vayan a plantar calabaza ponerse en contacto con las cooperativas cercanas o empresas que la compren para apalabrar su producción.

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la campaña 2023 se sembraron en Castilla-La Mancha 440 hectáreas de calabazas, el 85 por ciento de esta superficie correspondía a la provincia de Ciudad Real.