El manchego autosuficiente que tuvo luz durante el apagón

Las Pedroñeras

Mientras todos estábamos a oscuras, una persona en La Mancha vivía un día normal, con luz e informándose por medios como la televisión, algo que no pudimos hacer la mayoría de los manchegos.

Se trata de Marc Molla, un catalán afincado en Villarrobledo que tiene su casa diseminada a un kilómetro del hospital del municipio. Él es una persona precavida que quería tener una vida independiente de los suministradores de servicios básicos para el día a día.

Para ello ha mirado opciones, "mi inquietud siempre había sido tener autosuficiencia tanto energética como de agua para poder tener una vida más tranquila y no tener que estar dependiendo de suministradores. Esto me llevó a investigar y vi que, actualmente la mejor opción son los paneles solares junto con baterías de litio".

En cuatro años ha consumido 50 megavatios, y este año ya van 5,5. Él ha demostrado que se puede ser completamente independiente y no tener que pagar facturas de la luz. Es más lleva 4 años así y, en un día como en el de ayer, no ha tenido ningún problema. "La instalación consta de 18 paneles fotovoltaicos, que suman 8 kilovatios, y unas baterías que suman un total de 15 kilovatios hora. Con esto, no solo puedes tener una vida normal, sino que puedes utilizar todo tipo de electrodomésticos".

Haciendo la comparación de su antigua vivienda, señala que ahora mismo consume 10 veces más energía que la que se puede llegar a gastar en una casa como en la que él habitaba antes. También tiene coche eléctrico, en concreto dos, y el año pasado hizo más 40.000 kilómetros a coste cero con ellos. En dos años ha utilizado 6.000 kilovatios para cargar los coches.

Combatir la desinformación

Ayer se enteró del apagón porque fue a un comercio de Villarrobledo. Lo único que sabía es que había dejado de escucharnos porque, cuando se fue la luz, se cortó la emisión, por lo demás, Molla fue "totalmente ajeno a esa situación porque seguía teniendo luz". Su día fue de ayuda a los familiares para evitar su desconexión y también su desinformación, "nadie tenía noticias de nada y yo fui casa por casa de mis familiares, recogiéndolos y llevándolos a la mía para que pudieran cocinar, pudieran tener luz, pudieran cargar los móviles y, sobre todo, pudieran estar informados a través de la televisión pública, que era el único medio que se podía escuchar, a parte de la radio", desarrolla el villarrobledense.