Tardeos sí, residencias no

Toledo (Toledo)

Lo de “revitalizar el Casco” se ha convertido ya en otra de esas frases huecas y vacías que cada uno usa a su antojo sin ser capaz de explicar a qué se refiere o, peor aún, que se arroja como coletilla para quedar bien con un barrio que a menudo sólo conocen de oídas o de pasearlo en procesiones y fiestas. Es como lo de “coser la ciudad” o lo de “mirar al Tajo”, frasecitas manidas para llenar huecos de discursos y justificar la ocurrencia de turno que terminará inaugurada con pompa, bendición y boato.

Viene al caso el asunto porque la última ocurrencia de nuestro Ayuntamiento, y habrá más, ya lo verán, ha sido modificar el uso del edificio de San Juan de Dios, antiguo hospital de maternidad y residencia de mayores, transformándolo en hotelero a mayor gloria de alguna empresa privada que le saque buen partido ¿y saben con qué argumento? Exacto, con el de “revitalizar el Casco” y todo, claro, sin contar con los vecinos que residimos en él.

El Ayuntamiento de PPVOX ha salido a presumir, eso se les da bien, de que ha estado años cerrado y que gracias a ellos abrirá de nuevo y en sus primeros anuncios abordó el tema omitiendo discretamente en su argumento que sí, que lo abren, pero para cederlo a una empresa privada que explotará un lucrativo negocio hostelero para visitantes y turistas

Ante la protesta ciudadana y de la oposición, el campechano alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha decidido brindar al sol y responder retando a la Junta a que asuma la rehabilitación del edificio y reabra una residencia de mayores que nunca debió cerrar.

Sin tener muy claro por donde venía la pedrada, la consejera de Bienestar social aseguraba en tono bajito que en Toledo ya hay suficientes plazas de residencia para mayores, que no hacen falta más, obviando eso sí, que lo que se pide son plazas de residencia…. pero públicas de esas a las que tiene acceso todo el mundo y no sólo los privilegiados que pueden pagarse los casi 1.800 euros al mes que cuesta una privada.

Primero nos cerró Cospedal el añorado Hospitalito del Rey, después con una obcecación tan mediocre como letal para el barrio, García-Page se negó a reabrirlo dejando a los mayores del Casco y del resto de la ciudad sin una residencia publica en el barrio.

Y ahora, con la indiferencia indolente de la Junta, Ayuntamiento y Diputación (propietaria del edificio) se ponen de acuerdo para reabrir el antiguo edificio de San Juan de Dios, pero no como un servicio público residencial para nuestros mayores, sino que se subastará al mejor postor para inaugurar, perdónenme, otro maldito hotel, que como todos sabemos es como mejor se revitaliza el Casco y se hace habitable un barrio para que sus vecinos y vecinas vivan mejor.

O sea, tardeos, copas y farras sí; residencia para mayores… ya si eso.

Hasta el martes que viene. Besos.

Javi Mateo.