Se apaga la luz, y de repente, surgen tantas cosas
La columna de opinión del profesor del Grado en Terapia Ocupacional en la UCLM

La Mirada de Talavera: "Se paga la luz, y de repente, surgen tantas cosas", Pablo A. Cantero (30/04/2025)
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Talavera de la Reina
Se apaga la luz y, de repente, se enciende la radio. La de pilas, claro. El transistor que siempre lleva mi padre (y que, según la zona del pueblo extremeño de dónde vengo, sintoniza una emisora portuguesa o capta tanto ruido que solo él logra descifrar algo entre las interferencias).
Se apaga la luz y, de repente, el tiempo se desordena. La gente se queda atrapada sin poder volver a casa. Los comercios cierran sus puertas. La camarera insiste en que pagues en efectivo porque el datáfono no funciona. ¿Y quién lleva metálico ahora?
Se apaga la luz y, de repente, brotan la angustia, la desesperanza, la incertidumbre, los puños apretados contra lo imprevisible. Pero surge también un aire festivo, una camaradería inesperada, como si se reavivara lo comunitario, lo colectivo, aquello que creíamos perdido. O, mejor dicho, lo que habíamos olvidado que podríamos ser si dejáramos de lado el individualismo.
Se apaga la luz y, aunque en Talavera volvió sorprendentemente pronto, queda la pregunta: ¿cómo nos reorganizamos para el futuro? ¿Y si reinventamos la resistencia? No con kits de supervivencia ni latas de conservas ni manuales para un apocalipsis, sino con mochilas cargadas de brazos colectivos y tejiendo redes con los hilos que nos unen.




