Españoles sin patria

Toledo

Buenos días, Carlos. Buenos días, oyentes.

Ayer lunes por la tarde, de la mano de la Asociación AMICAL MAUTHAUSEN, se presentaba en la Biblioteca Regional el trabajo que el historiador Julián Gómez Fraile ha coordinado durante los últimos años: una minuciosa base de datos que recoge nombres, fechas, lugares, fotografías, documentos y una buena parte de la azarosa vida de los casi 900 castellanomanchegos que fueron deportados desde Francia a los campos nazis de trabajo y exterminio durante la segunda guerra mundial.

La historia se la he contado ya alguna vez: viendo perdida nuestra sangrienta guerra civil y temiendo una represión que en realidad ya había comenzado, miles de familias, cruzaron la frontera norte creyendo que Francia sería un país solidario y acogedor. Se equivocaron; fueron internados en improvisados campos de prisioneros a pie de playa y sin un techo donde cobijarse y allí morían a cientos cada día víctimas de enfermedades, hambre, heridas de guerra, melancolía, humillación y tristeza.

No contento con esto, el gobierno colaboracionista francés regaló a los alemanes a miles de españoles como mercancía humana que, tras un periodo de trabajo esclavo a su servicio, acabaron deportados en Mauthausen y otros campos.

Mientras, la recién estrenada dictadura franquista, henchida aún de victoria y sangrienta represión, compadreaba con sus hermanos fascistas alemanes privando a aquellos españoles de origen y nacionalidad y negándose a reconocerlos como tales. Apátridas marcados con un triángulo azul, españoles sin patria a la que imaginar un regreso que casi nunca fue posible.

Y no sólo a ellos, también a sus familias se les negó el vínculo con sus seres queridos condenándolos a un humillante y doloroso silencio que ha durado, que está durando, demasiado tiempo, demasiadas generaciones.

El 5 de mayo de 1945, hace 80 años, el ejército aliado liberó Mauthausen, el campo en el que penaron 7.000 compatriotas. A la entrada, les recibió una pancarta escrita en perfecto castellano que rezaba. “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas liberadoras”.

Ayer, les decía, la Asociación AMICAL MAUTHAUSEN presentaba en forma de datos, documentos y fotografías una parte de sus vidas, honrando su memoria, reparando la injusticia de su olvido y aliviando la tristeza y el dolor de sus familias.

Desde ayer, 5 de mayo, 900 castellanomanchegos están un poco más cerca de casa.

Aquí les dejo el enlace: https://castellanomanchegosdeportados.org/

Hasta el martes que viene. Besos.

Javi Mateo.