Los vecinos de Cuenca "cabreados" o "contentos" con el nuevo autobús urbano
Desde el descontento de barrios como Casablanca o Las 500 hasta la satisfacción de Fuente del Oro o Cerro de la Estrella

Los vecinos de Cuenca valoran con matices el nuevo modelo de autobús urbano
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Cuenca
El Ayuntamiento de Cuenca pondrá en marcha en las próximas semanas el nuevo modelo de transporte urbano que supondrá un cambio significativo en el servicio de autobuses de la ciudad.
La reorganización pasa de las actuales cuatro líneas a cinco, todas conectadas mediante un intercambiador central en la calle Mariano Catalina, en la explanada de la antigua estación de Renfe.
El nuevo sistema ha generado diversas reacciones entre los presidentes de las asociaciones de vecinos de diferentes barrios de la ciudad, quienes aportan una primera valoración desde la experiencia directa de los usuarios.
Fuente del Oro
Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Vecinos de Fuente del Oro, acoge con satisfacción la llegada de la nueva línea 2, que por fin subirá hasta la parte alta del barrio, una demanda histórica de los residentes. “Nos viene bien. Llevábamos tiempo solicitando que se comunicara nuestro barrio con una línea de autobús”, afirma.
No obstante, Gómez se muestra prudente ante el funcionamiento del intercambiador central, una novedad en Cuenca: “No lo hemos visto nunca, no sabemos cómo va a funcionar. Es una cosa nueva y hasta que no lo veamos, no podemos opinar”. En cualquier caso, valora positivamente que esta nueva estructura permita conexiones más amplias por toda la ciudad, siempre que cumpla con su propósito.
Casco Antiguo
Muy diferente es la visión desde el Casco Antiguo. Jesús Reyes, presidente de la asociación vecinal de este emblemático barrio, lamenta que la nueva línea 1 suponga una pérdida real para los vecinos. La frecuencia de autobuses entre semana pasará de 15 a 30 minutos y se pierde la conexión directa con la estación del AVE.
“Salimos perdiendo, evidentemente”, sentencia. Aunque reconoce que el refuerzo en fines de semana y en verano responde a una lógica turística, deja claro que no compensa la reducción para los residentes: “Ese servicio está pensado para visitantes, no para quienes vivimos aquí”.
Casablanca
En el barrio de Casablanca, Mari Carmen Checa, presidenta de la asociación vecinal, es contundente: “Lo vemos bastante ilógico”. Hasta ahora, los vecinos disfrutaban de un servicio directo y funcional hacia puntos clave como el hospital, el centro o los centros comerciales a través de dos líneas. Con la nueva línea 4, deberán desplazarse hasta el intercambiador y hacer transbordo.
“Yo lo veo un caos total”, afirma, subrayando las dificultades que este modelo puede suponer para personas mayores o con movilidad reducida. Checa critica especialmente que, “desde un sistema cómodo y directo, se pase a otro más complejo y menos accesible para quienes necesitan más facilidades”.
Villa Román
La voz más positiva llega desde Villa Román. Jesús González, presidente de la asociación de vecinos, valora muy positivamente la nueva línea 3. “Lo veo bastante bien, está bien replanteado”, asegura. El nuevo trazado recorrerá zonas densamente pobladas del barrio, conectará con el centro comercial El Mirador y facilitará el acceso al intercambiador, lo que permitirá al vecindario enlazar con el resto de la ciudad.
Aunque reconoce que “depender del intercambiador puede suponer un cambio”, no lo ve como un problema grave “siempre que se mantenga la validez del billete y no suponga un coste añadido”.
Las 500
En el barrio de Las 500, la presidenta de la asociación vecinal, Elena Castillejo, se muestra muy crítica con la nueva propuesta del Ayuntamiento para la reorganización del servicio de autobús urbano. “Estamos francamente muy cabreados”, asegura. Denuncia que, tras haber contado con dos líneas de autobús, “ahora nos quedamos prácticamente sin ninguna conexión directa, lo que afecta especialmente a las personas mayores que viven en zonas como la Avenida Reyes Católicos, el Paseo de San Antonio o Casablanca”.
“¿Qué tienen que hacer ahora? ¿Coger un coche, bajarse de otro y luego volver a hacer lo mismo para regresar?”, se pregunta Castillejo, que considera injusto “que se retire el servicio en un barrio para reforzar otros”. Aunque reconoce que podría tratarse de una prueba, advierte que, “si la reestructuración queda como está, el barrio de Las 500 saldrá muy perjudicado”.
Cerro de la Estrella
Muy diferente es la visión desde el Cerro de la Estrella, uno de los barrios más nuevos y alejados del centro. Su presidente vecinal, Miguel Moraga, celebra la inclusión de una parada en su zona dentro de la línea 4, algo que llevaban tiempo reivindicando. “Estamos muy contentos, era algo necesario porque aquí vivimos algo apartados y esto nos va a permitir enlazar con el resto de la ciudad”, explica.
Moraga también valora positivamente el estudio técnico que ha realizado el Ayuntamiento para rediseñar el mapa de líneas y confía en que el nuevo sistema funcione bien. “Creemos que lo están haciendo lo mejor posible”, concluye.

Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...