El Toledo Beat Festival seduce a 40.000 espectadores en su tercera edición

Toledo

El Toledo Beat Festival cerró anoche sus puertas con el público rendido ante un cartel que en apenas tres ediciones ha logrado reunir a algunas de las mejores bandas y artistas de la escena indie-pop nacional. Unas 40.000 personas han asistido a los conciertos que durante dos días se han celebrado en La Peraleda y que han congregado a bandas y artistas como Viva Suecia, Lori Meyers, La La Love You, Siloé o Sidonie, Zahara o Dani Fernández, entre otros.

Entre los asistentes, castellanomanchegos y madrileños siguen siendo mayoría, aunque llegan también espectadores de muchas otras provincias que se desplazan expresamente a Toledo para configurar un pack turístico que combina la música con la oferta patrimonial de la ciudad. Todos ellos destacaban la calidad del cartel y la comodidad de una cita que huye de las grandes aglomeraciones, precisamente uno de sus atractivos.

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Uno de las sorpresas del sábado ha sido la aparición de la albaceteña Rozalén, que se subió al escenario junto a Viva Suecia para cantar 'Gracias', el tema que grabó junto a los murcianos y Las Migas, y que brindó uno de los momentos más emocionantes de la noche. El Toledo Beat Festival ha supuesto, además, una importante inyección económica para los restaurantes y hoteles de la ciudad, con niveles de ocupación muy altos durante los dos días de conciertos.

El festival agotó sus abonos antes incluso de que se conociera el plantel de bandas y artistas de este año. Los promotores aseguran que su meta no es crecer exponencialmente en público, aunque este año se ha triplicado la extensión del césped artificial hasta llegar a los 20.000 metros cuadrados, se ha ampliado también la carpa DJ y se ha reforzado también la frecuencia de los autobuses lanzadera que conectan con el recinto.

Quejas por las largas colas del viernes

Esos autobuses tuvieron que ser reforzados el sábado agilizar el transporte de los asistentes. El viernes las quejas sobre las larguísimas colas para recoger la pulsera que da acceso al recinto impidieron que muchos de los que ya tenían su entrada pudieran disfrutar de los primeros conciertos. Según la organización muchos asistentes retrasaron su llegada al recinto por la tormenta que descargó a media tarde, lo que provocó las aglomeraciones.

Dentro del recinto, los puntos de recarga de las pulseras, las barras y los puestos de comida funcionaron con bastante fluidez. El elevado número de baños portátiles también evitó largas esperas. Otro de los aspectos más destacados ha sido la puntualidad de los conciertos. Los dos escenarios instalados, pegados entre sí, permitían que el funcionamiento de uno mientras el otro se preparaba para la siguiente actuación. Una operatividad que hizo que apenas hubiera parones entre las bandas.

El festival piensa ya en su cuarta edición que llegará también con novedades. Los promotores esperan incorporar alguna banda o artista internacional en el cartel del próximo año. También se programarán conciertos en diferentes lugares emblemáticos de la ciudad, como ya ocurre, por ejemplo, en el Sonorama de Aranda de Duero (Burgos). La continuidad del festival en Toledo está garantizada por otros dos años más gracias al convenio suscrito entre el Ayuntamiento y los promotores.