París en Cuenca: Ana Navarrete expone su visión cultural del paisaje urbano

Cuenca

La Casa Museo Zavala de Cuenca acoge la exposición Después de utopías. Más allá del juego espacial (1990-2025) de la artista Ana Navarrete, un proyecto que recupera y amplía una reflexión iniciada hace 25 años sobre el impacto de los grandes equipamientos culturales en el paisaje urbano y social de París.

La muestra, comisariada por Juan Manuel Bonet y organizada por la Fundación Antonio Pérez, ofrece una mirada crítica e histórica a los procesos de transformación de la ciudad desde los años 90 hasta la actualidad.

La exposición parte del trabajo que Navarrete realizó en 1999 junto al artista Moïse Soullard, titulado Utopías, más allá del juego espacial, centrado en los efectos de infraestructuras emblemáticas como la pirámide del Louvre, el Instituto del Mundo Árabe o la Biblioteca Nacional de Francia.

“Fue Juan Manuel Bonet quien, al redescubrir la pieza en una visita a la Fundación, propuso revisitarla”, recuerda Navarrete. “Le impactó mucho porque él tiene una vinculación muy fuerte con París, y también un enorme interés por ese momento histórico y por los pasajes urbanos”.

Volver a París

El proyecto se estructura en dos partes: una dedicada al trabajo original de finales del siglo XX, y otra centrada en el análisis actual, realizado junto a Almudena Soullard, hija de Moïse Soullard. “Ha sido un proceso simbólico y afectivo”, explica Navarrete.

“Yo viví con su padre los cambios de París en los noventa y con ella los cambios de hoy. Trabajamos mano a mano sobre las localizaciones, las fotografías, las conversaciones. Ha sido muy enriquecedor”.

En esta segunda parte, el foco está puesto en los cambios que ha sufrido la ciudad tras grandes eventos como los Juegos Olímpicos.

“París ha vivido una transformación impresionante, tanto estética como social. Pero esos espacios que fueron pensados como regeneradores culturales hoy están saturados por un turismo que no es consciente ni respetuoso”, lamenta la artista. “Hay una urgencia social que la ciudad tiene que afrontar”.

Abrir preguntas

La exposición no busca condenar, sino abrir preguntas. “No se trata de juzgar, sino de reflexionar históricamente sobre cómo la cultura transforma las ciudades, pero también las desborda”, aclara Navarrete. En ese sentido, el proyecto se inscribe en una línea de pensamiento crítica con la planificación urbana centrada exclusivamente en el espectáculo y el turismo. “Las grandes infraestructuras culturales, muchas veces financiadas con dinero público y privado, no han sido dimensionadas a nuestro cuerpo. No han pensado en los barrios, en la convivencia, en la ciudadanía”.

“Sin barrios no hay ciudad”

Navarrete considera que muchas ciudades actuales repiten errores del pasado. “Barcelona es el ejemplo paradigmático. Se ha puesto muy difícil vivir allí. Valencia también sufre este proceso. El capital privado está comprando barrios enteros. Y sí, existen negocios, pero debería haber un equilibrio con la vida cotidiana. Sin barrios no hay ciudad”.

La fotografía juega un papel central en la exposición como herramienta de análisis y memoria. “Nos permite tener referencias verificables, crear archivos, alimentar la memoria colectiva. Como los artistas del Renacimiento nos ayudaron a entender su época, hoy la fotografía tiene ese mismo valor documental y poético”.

En cuanto a la decisión de plantear la exposición desde una perspectiva histórica y no puramente crítica, Navarrete lo tiene claro: “Queríamos mostrar cómo las ideas urbanísticas han sido brillantes, cómo la teoría ha sido apasionante, pero la realidad es otra. Se imponen los intereses inmobiliarios sobre el pensamiento urbano, y eso genera malestar, desarraigo, pérdida de sentido. La ciudad ya no es esa utopía que se prometía en la modernidad”.

Después de utopías. Más allá del juego espacial (1990-2025) puede visitarse en la Casa Museo Zavala de Cuenca. Es una invitación a detenerse y repensar cómo las ciudades están siendo moldeadas por fuerzas que, lejos de mejorar la vida en común, muchas veces la dificultan. Una propuesta artística que es, también, una llamada a la conciencia.