Si no sabes torear..."pa"qué te metes

Talavera de la Reina

No soy una friki fan, pero lo de ayer en Eurovisión dejó un sabor amargo para España. Después de meses de trabajo, promoción y una propuesta sólida y visualmente impactante, el resultado fue demoledor: una de las últimas posiciones. No era lo esperado. Nuestra representante no solo llevó una canción competitiva, sino una puesta en escena digna de los primeros puestos. Sin embargo, la música, como tantas veces, no fue lo único que se juzgó en el escenario.

RTVE emitió, tanto en las semifinales como en la final, un mensaje de apoyo a Gaza, una mención que tuvo una respuesta abrumadora para mal en las votaciones.

La reacción no tardó en llegar. Algunos países, espectadores y miembros del jurado interpretaron el gesto como una politización del festival. Y aunque nunca sabremos con certeza cuánto influyó ese mensaje en las votaciones, el resultado final sugiere que la música no fue el único factor en juego. La sensación de castigo, de aislamiento diplomático traducido en puntos, está presente en muchas valoraciones posteriores.

Melody no se merecía estar en medio de esta polémica. No se trata de renunciar a los principios, sino de comprender los contextos. Porque a veces, incluso el mensaje más justo, en el momento menos adecuado, puede volverse en contra.

También me pregunto si RTVE pondrá mensajes en contra de la obligación del burka, a favor de los derechos de las mujeres en países con los que negociamos fútbol y otros negocios, a favor de los derechos laborales cuando ponemos la alfombra roja a mandatarios extranjeros que no los respetan, etc.

En fin, que somos muy valientes en RTVE con los impuestos de todos los españoles que la subvencionamos, para poner cartelitos cuquis y cobardes para otros momentos.

Y mientras, con todo este ruido, tapamos asuntos de calado de este país. Nos quedan unos días en los que unos y otros se entretengan.

Melody, enhorabuena por tu actuación.