"Maravillas, las que se pueden admirar estos días en el Jardin Botánico"

Maravillas, las que se pueden admirar estos días en el Jardin Botánico de Albacete, un rincón en las afueras de La Pulgosa que en primavera gana esplendor salpicado de delicadezas. Un cobijo de reposo y admiración en flora autóctona y herbolaria que en el próximo otoño cumplirá 15 años. Pablo Ferrandiz, su director, lleva su conservación y la gestión del patrimonio natural y su biodiversidad buscando siempre su notoriedad en la estepa manchega. Es uno de los jardines botánicos españoles más jóvenes, ya que, recordamos, sus instalaciones comenzaron a construirse en 2003, inaugurándose en 2010. Más de 28.000 plantas en las que predominan los elementos autóctonos. En total, aparecen un 15% de las especies incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha: Un lujo para la ciudad.

Otra de las características interesantes del Botánico que cuida la dirección, sin contar por supuesto su riqueza alternativa del propio jardín, es la rigurosa actualidad que muestra con su sala de exposiciones artísticas que hace unas semanas nos mostraba la agradable sorpresa de un pop redivivo que colgaba El Rubio, otro artista albaceteño que sorprendió a todos con su delicada combinación de objetos inactivos cargados de colores y fondos opacos, turbios y la actual demostración de originalidad que puede verse estos días de Julio Lorenzo, una delicatesen imaginaria cargada de sorpresa y cierta perplejidad ante una obra realizada con el corte y confección de un ramaje recortado en arboles en periodo de descanso, secos, que al trato artístico del artista muestra una creación francamente sorprendente. Otro artista, Ramón Torres, lo explica muy bien en el propio catalogo de la muestra: El autor trabaja con maderas recuperadas, desgastadas por los años, por el uso, expuestas a la intemperie. En ese material, aparentemente inerte, encuentra un potencial expresivo que se despliega a través de formas orgánicas, fluidas, casi primitivas, evocandos bestias, criaturas, organismos desconocidos. Es el arte del rayado, frotado, limado, del autor que le lleva a imaginar historias que rodean cada una de las obras. Por ejemplo: ante la muestra de un tronquillo tratado, el artistas escribe:

Máscara funeraria de guerrero

Creencia ampliamente extendida, desde China y Japon hasta Egypto y entre los etruscos, era colocar una moneda sobre cada ojo y otra bajo la lengua del difunto en pago.

O... Colibrís Danzarines del Orínoco

Descubiertos por Diego de Orgaz en su expedición a El Dorado en 1531.

Les llamó yu-le-le-ne, pero se tienen dudas al ser tartamudo, según testimonio del cronista Bernal Díaz del Castillo. También fue el primer europeo en ascender a la cima del volcan Popocátepetl en Mexico.

Una gozada. Una originalidad donde se muestra el tronco primario exhibiendo ojos, bocas, picos, cuernos... imaginarios. En fin, Una recomendación entusiasmada visitar hasta el 11 de junio en el Jardín Botánico de Albacete.

Ah! Y otra sugerencia: Visiten los muros de la piscina del Paseo de la Cuba donde la también artista albaceteña Ana Navarro ha rotulado unos delicados textos del poeta albaceteño Antonio Martínez Sarrión y el inolvidable José Saramago. Otra abundancia exquisita en la ciudad.