Rosalía de Castro: otra poeta ecovisionaria
La firma de opinión del investigador, catedrático de la UCLM y director del Jardín Botánico, Pablo Ferrandis

Pablo Ferrandis, director del Jardín Botánico de Albacete y colaborador de 'Las voces de la radio' de Radio Albacete / Cadena SER

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Rosalía de Castro: otra poeta ecovisionaria, la firma de opinión de Pablo Ferrandis
“En las Orillas del Sar” es el último poemario que escribió Rosalía de Castro. En sus versos, impregnados de poesía existencial, la poeta reflexiona acerca de la vida y la muerte, acaecida un año después de su publicación en 1884. En uno de sus pasajes, de hecho, se lee: “Que hoy, mañana, antes y ahora, / lo mismo siempre, / hombres y frutos, plantas y flores, / vienen y vanse, nacen y mueren”. Versos que, por cierto, igualan a los humanos con las plantas. De métrica poco convencional, el libro es una continua referencia a la naturaleza que puebla los márgenes del Sar, afluente del río Ulla en la provincia de A Coruña, y a los paisajes que lo envuelven a su paso por Padrón, proporcionando un precioso lienzo sobre el que Rosalía de Castro construye su discurso: el río y sus arroyos, el fluir y sonar de las aguas cristalinas, la fronda del bosque que ribetea sus orillas, la campiña, los senderos floridos, los nenúfares, el zumbido del insecto, el piar de alguna ave de paso… Una vez más, la naturaleza se revela como una poderosa fuente de inspiración lírica: la biodiversidad, como el sublime broche que corona la creación del cosmos, como la más bella de entre todas las bellezas, ocupa un papel protagonista en la creación poética. ¡Con cuánta frecuencia encontramos alusiones a plantas y animales en la poesía!
Sin embargo, mucho menos frecuente es encontrar referencias a procesos ecológicos, porque los mecanismos mediante los cuales se organiza y funciona la naturaleza suelen ser sutiles e intangibles y, por ello, pasan desapercibidos a los ojos de los humanos. Pero la sensibilidad de esta poeta sí los vislumbró. Creo que no he leído nunca una forma más deliciosa de dar la bienvenida a la primavera como la que escribe Rosalía de Castro en este poemario: “Adivínase el dulce y perfumado calor primaveral; / los gérmenes se agitan en la tierra / con inquietud en su amoroso afán, / y cruzan por los aires, silenciosos, / átomos que se besan al pasar”. En esta sugerente estampa, la escritora nos habla de dos procesos fundamentales en la vida de las plantas: la activación de la germinación y de la emisión de compuestos volátiles con el final del invierno.
Resulta que los suelos están poblados por millones de semillas de plantas silvestres, que esperan las señales térmicas de las estaciones para, llegado el momento idóneo, germinar. A esta constelación de semillas se le conoce, en ecología, como el banco de semillas del suelo y juega un papel fundamental en la pervivencia de las poblaciones vegetales año tras año. En algunos estudios que hice en zonas recién arrasadas por incendios forestales, llegué a estimar más de quince mil semillas vivas por metro cuadrado en los primeros centímetros del suelo: ellas fueron las responsables de la recuperación del bosque quemado con el paso del tiempo. La emisión de compuestos químicos volátiles es un fenómeno ampliamente extendido en el reino vegetal, con importantes implicaciones en el funcionamiento de los ecosistemas. Las plantas aromáticas como el tomillo, el romero, el espliego, las coníferas como el pino y el ciprés, o el grupo de las jaras, por citar algunas, emiten moléculas gaseosas que, flotando en el aire, sirven para atraer polinizadores, ahuyentar depredadores, o competir con plantas vecinas. ¿han oído alguna vez hablar de la capacidad de comunicación de las plantas? Lo hacen mediante estos compuestos, capaces además de reaccionar y mezclarse en el aire. Esos son los “átomos” que se “besan” sugeridos por Rosalía de Castro. Por cierto, el concepto moderno de “átomo” no fue consolidado hasta comienzos del s. XX, por físicos como Rutherford y Bohr. Tan audaz y adelantada fue nuestra poeta a la hora de bosquejar su lienzo naturalista.
A decir verdad, me encanta buscar alusiones a los procesos ecológicos en la poesía: no son abundantes -no tanto, ni mucho menos, como las referencias a plantas y animales-, pero su hallazgo me emociona, pues nos habla de la enorme intuición de los grandes poetas, capaces de percibir, con su sensibilidad, incluso lo invisible y desconocido.
Atentamente les saluda, Pablo de Passo.

Pablo Ferrandis
Pablo Ferrandis Gotor (Albacete, 1966) es Catedrático en la Universidad de Castilla-La Mancha. Licenciado...




