El tiempo de las despedidas
La columna de opinión de la gerente de Talleres SanFer

La Mirada de Talavera: "El tiempo de las despedidas", Pilar Fernández (26/05/2025)
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Talavera de la Reina
Hay épocas del año que huelen a final, a cierre, a carpetas que se guardan con mimo o con prisa. Junio es una de ellas. Empiezan las despedidas.
Los alumnos de segundo de bachillerato pisan por última vez los pasillos que fueron escenario de su infancia, y los de 4º de la ESO, dicen adiós a una etapa que les ha hecho crecer a empujones. En la universidad, los birretes vuelan, y las lágrimas se esconden entre abrazos, porque ya no volverán a sentarse en ese mismo pupitre ni a compartir ese mismo café de media mañana.
Pero no solo los estudiantes se despiden. También hay quien cierra la puerta de su casa —esa en la que empezó solo y ahora deja llena de recuerdos— para mudarse a otra ciudad, a otra vida. Hay quien entrega el ordenador de empresa y recoge sus cosas en una caja de cartón, porque ha decidido cambiar de trabajo o porque el trabajo ha cambiado sin avisar. Hay quien cuelga la bata, el delantal, la toga, el uniforme. Y hay quien apaga la luz de una oficina por última vez, con más nostalgia que certezas.
Las despedidas están en todas partes. A veces son elegidas; otras, impuestas. Algunas se celebran con brindis y discursos. Otras se lloran en silencio, sin ceremonia.
Pero todas tienen algo en común: marcan el fin de algo que, en su momento, fue importante. Porque solo se despide quién ha estado. Solo duele marcharse de aquello que, de alguna manera, nos ha tocado el alma.
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Hoy por Hoy Matinal Talavera (26/05/2025)
Y es ahí donde reside su belleza. En el valor de cerrar etapas, aunque dé miedo. En la dignidad de marcharse a tiempo. En la fuerza de agradecer lo vivido. Ya sea un aula, un despacho, un piso pequeño con vistas a nada o un estadio repleto de historia.
Hace unos días, Luka Modric también se despidió del Real Madrid. Su gesto sereno y su voz firme recordaron que incluso las leyendas deben decir adiós.
Por eso, cuando llegue tu despedida —la que sea— no tengas miedo. Recuerda que el final también es parte del viaje. Y como dijo Modric: No llores porque se terminó, sonríe porque sucedió.

Pilar Fernández Gil
Gerente de Talleres Sanfer SAU, presidenta de la División de Industriales en Faconauto y consejera independiente...




