No es individualismo sino crecimiento personal
La opinión de la profesora Elisabeth Porrero

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Ciudad Real
Desde el principio de los tiempos el hombre ha manifestado sus emociones. Recordemos, por ejemplo, el arte rupestre, esas hermosas pinturas que ya nos transmitían tanto rutinas como pensamientos de aquellos primeros hombres y mujeres. Después surgió la filosofía y los seres humanos se preguntaron por la trascendencia del alma y por todas aquellas cuestiones que iban más allá del espacio terrenal. La religión también intentaba cubrir o resolver esas preguntas mediante otras respuestas que no a todo el mundo podían satisfacer, pero sí a gran parte de la población. Actualmente está en auge la educación emocional porque se ha comprobado, por ejemplo en situaciones como la pandemia, lo mucho que la necesitamos. Además resulta imprescindible en una sociedad como la nuestra, en la que todo va tan rápido y donde impera el estrés. Ya se sabe también que este tipo de educación debe estar en los colegios desde los primeros cursos. Es un ejercicio fantástico pararse, mirar dentro de uno mismo, saber interpretar cómo estamos, qué necesitamos, ver cómo eso nos influye o incluso nos provoca ciertas enfermedades. Hace poco leía un artículo en que se criticaban estas corrientes, argumentando que se centran demasiado en el “individualismo”. No estoy, en absoluto, de acuerdo con ello. Opino todo lo contrario, cuanto mejor estemos nosotros mismos mayor bienestar procuraremos a quienes están a nuestro alrededor y mejor los podremos ayudar a resolver sus propios problemas. Debemos seguir reflexionando sobre quiénes somos y cómo podemos interaccionar mejor tanto con nosotros mismos como con las personas y el entorno que nos rodea y, para ello, no hay otro camino que una buena educación emocional. Además no olvidemos que, tengamos la edad que tengamos, el crecimiento personal nos ayudará a seguir creciendo, valga la redundancia, para seguir construyéndonos mejor como personas. Muy buenos días y muchas gracias.




