Page lamenta la falta de "contrapesos" en las instituciones del Estado frente a los "egoísmos territoriales"

Toledo

"Orgullo de lo nuestro" es el lema elegido este 31 de mayo para celebrar el Día de Castilla-La Mancha. Este año el acto institucional ha viajado al Palacio de Congresos de Albacete. Allí, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha repasado los logros de la región en los diez últimos años -los de sus tres mandatos al frente de la comunidad- en empleo, sanidad, educación o dependencia. "Uno de cuatro empleos estructurados ya en esta tierra se han creado en los últimos diez años", ha ilustrado en la intervención que ha cerrado el acto y en la que ha reivindicado el Estado de las Autonomías.

El presidente de Castilla-La Mancha ha vuelto a posicionarse contra los "cupos" o "cualquier cosa que se le parezca". "El que más tiene, más paga. Así tiene que ser. Eso nos hace grandes, lo contrario, sería disolvente", ha dicho tras avanzar que éste será uno de los asuntos que llevará a la Conferencia de Presidentes prevista para el 6 de junio en Barcelona. "Los territorios cobramos pero no pagamos impuestos ni tenemos riqueza propia. La riqueza no es ni de Galicia, Castilla-La Mancha, Madrid o Cataluña. La riqueza es nacional y lo dice claramente la Constitución", ha recordado.

Page ha lamentado la falta de "contrapesos" en las instituciones del Estado frente a los territorios que reivindican "privilegios": "Comunidades autónomas normales, que no aspiran a tener más y que quieren ser leales con la palabra de los españoles en el 78, hacemos más de contrapeso a los egoísmos territoriales que, a veces, las instituciones del Estado". El líder autonómico, uno de los barones socialistas más críticos con Sánchez, ha pedido desterrar el "frentismo estéril" que se da en la política nacional y trasladar a ella, ha deseado, la "política útil" que se da en Castilla-La Mancha.

Esta semana, las Cortes regionales han aprobado el nuevo Estatuto de Autonomía, consensuado entre populares y socialistas y que ahora inicia su tramitación en las Cortes Generales. "Podíamos haberlo sacado con la mayoría del Gobierno pero es un problema de actitud, merece la pena que las cosas que se hacen con vocación de durar se hagan con el mayor acuerdo posible", ha defendido. Se trata, ha dicho, de un texto "leal" con la Constitución y que espera sea convalidado, al menos, por los dos grandes partidos. "A lo mejor conseguimos que en el Parlamento vote lo mismo el PSOE que el PP", ha ironizado.