Crece la alergia en Cuenca: más pacientes y síntomas durante todo el año
El Dr. Moreno, jefe del servicio de Alergología, considera que las alergias han pasado de raras a una epidemia real

Crece la alergia en Cuenca: más pacientes y síntomas durante todo el año
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Cuenca
Los estornudos, el picor de ojos y la congestión nasal han vuelto a protagonizar la primavera conquense, una estación que este año ha resultado especialmente dura para las personas alérgicas. “La temporada ha sido más intensa que la del año pasado, sin ninguna duda”, advierte el doctor Antonio Moreno, jefe del servicio de Alergología del Área de Salud de Cuenca. Las gramíneas y el polen de olivo, en niveles especialmente altos, han disparado los síntomas entre la población sensible.
“El aumento de los niveles de polen de gramíneas y de olivo, sumado a una primavera más lluviosa, ha generado la tormenta perfecta para los alérgicos”, explica Moreno. Según sus datos, los registros de polen en el ambiente han superado con creces los del año anterior, agravando los síntomas en miles de pacientes. La abundante lluvia de marzo y abril ha favorecido una mayor polinización de estas plantas, responsables de la mayoría de los casos de alergia en la región.
En Cuenca, las gramíneas (como el trigo, la avena o el césped) y el olivo encabezan la lista de alérgenos. “Cualquier mata verde que veamos en el campo, las cunetas o los parques puede ser una fuente de polen”, indica el doctor, quien también menciona a las cupresáceas como responsables de síntomas en los meses invernales.
Antonio Moreno, jefe del servicio de Alergología del Área de Salud de Cuenca.
Antonio Moreno, jefe del servicio de Alergología del Área de Salud de Cuenca.
¿Alergia o resfriado?
Los síntomas más frecuentes son estornudos en salva, congestión nasal, picor ocular, fotofobia, tos y sensación de falta de aire. Aunque muchas veces se confunden con un resfriado, Moreno recomienda estar alerta: “Si se repiten durante dos o tres primaveras consecutivas, es muy probable que estemos ante una alergia”.
Más pacientes y más complejos
El número de personas alérgicas ha crecido de forma exponencial en las últimas décadas. “Hace 40 años era raro ser alérgico. Hoy, cerca del 30% de la población lo es”, señala Moreno. Pero no solo ha aumentado la cantidad de pacientes, también ha cambiado su perfil: “Antes eran pacientes con síntomas dos o tres meses al año. Ahora vemos muchos polisensibles, que sufren durante nueve o diez meses seguidos”.
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Este fenómeno se debe tanto a una mejora en el diagnóstico, con técnicas moleculares avanzadas, como a factores ambientales. “El aumento de la contaminación y los cambios en la exposición a bacterias y parásitos en nuestra infancia están desvirtuando el sistema inmune”, explica el alergólogo. Son las llamadas teorías del diésel y de la higiene, que vinculan la alergia al desarrollo urbano e industrial.
Además, los pacientes alérgicos presentan una sensibilidad especial a irritantes comunes como aerosoles, suavizantes o colonias. “Aunque no sean alérgicos a esas sustancias, sus mucosas reaccionan como si lo fueran”, aclara Moreno.

La alergia primaveral / PHILIPPE HUGUEN

La alergia primaveral / PHILIPPE HUGUEN
Unidad de Inmunoterapia
La buena noticia para los pacientes llega con la próxima apertura de una Unidad de Inmunoterapia en el nuevo Hospital Universitario de Cuenca, que permitirá administrar vacunas antialérgicas de forma segura y protocolizada. “Es una auténtica revolución para nosotros y para los pacientes”, celebra Moreno.
A diferencia de los tratamientos sintomáticos, que solo alivian los efectos, la inmunoterapia actúa directamente sobre la causa. “Es el único tratamiento que puede curar la alergia, según la OMS”, destaca el especialista. Las vacunas, administradas mensualmente durante tres a cinco años, ofrecen tasas muy elevadas de curación o mejora significativa.
Esta nueva unidad facilitará la atención a pacientes con alergias persistentes y complejas. “Antes, el paciente alérgico solo tenía primavera. Ahora apenas le queda un mes de respiro al año”, advierte el médico. Por ello, hace un llamamiento claro: “Lo más importante es no automedicarse y acudir cuanto antes al médico de atención primaria, que nos derivará para hacer un diagnóstico preciso y establecer un tratamiento adecuado”.
Un mensaje para los alérgicos
El doctor Moreno concluye con un mensaje directo para quienes aún no han probado la inmunoterapia: “No resignarse. Existen tratamientos eficaces que pueden cambiar la vida de los pacientes alérgicos. Y cuanto antes se empiece, mejores resultados se obtienen”.
El nuevo hospital aún está en proceso de traslado, pero la esperanza de una mejor calidad de vida para los alérgicos de Cuenca está más cerca. Como apunta Moreno: “Probablemente ninguna otra especialidad va a ganar tanto con el cambio de instalaciones como la nuestra”.

Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...




