Corpus Christi

Toledo (Toledo)

Buenos días nos dé Dios, don Carlos.

Ya huele a Corpus…Paseando estos días por las calles de la vetusta Ciudad Imperial resulta obvio lanzar dicha afirmar, la cual me atrevería a decir que es indiscutible. Como es indiscutible que estamos ante la auténtica y verdadera fiesta grande de Toledo. Es así. Hablar del CorpusChristi es hablar de Toledo y hablar de Toledo es hablar del Corpus Christi. Estamos ante la fecha y la fiesta religiosas por antonomasia de la antigua urbs regia y determinante para acercarnos y profundizar en la idiosincrasia toledana. Y es que podemos decir sin ruborizarnos, que el Corpus Christi de Toledo ha sido, es y, Dios quiera que así lo siga siendo, el más destacado del mundo. La ciudad se engalana, no de cara a la galería, sino porque encierra un profundo simbolismo. Tal vez aquí se encuentre el quid de la cuestión, que esa belleza y luminosidad que desprende Toledo durante estos días (más allá de que como suele ser tradicional los toldos propios de estas fechas tenga que mojarse por la lluvia), tiene ese gran valor simbólico que indicaba.

Pero, ¿entendemos en este posmoderno siglo XXI lo que de verdad significa esta celebración y esta fiesta religiosa? Esa espectacular custodia desfilando en procesión dice mucho y no sólo por el soberbio trabajo que hizo el orfebre de origen alemán Enrique de Arfe a partir de las directrices del gran cardenal Cisneros —arzobispo de Toledo y, por tanto, arzobispo primado de España—. En la segunda mitad del siglo XVI España se transformó en la gran potencia de la Contrarreforma para luchar contra la herejía protestante y ahí, como tantas veces en la Historia, Toledo tomó un papel protagónico como la gran ciudad española de la Contrarreforma. Su Corpus Christi con sus ceremonias, su custodia, sus autos sacramentales y mucho más se convirtieron en una auténtica exaltación del catolicismo hispánico en contraposición a las ideas luteranas y calvinistas.

Y fíjate, amigo Carlos, que para entender todo esto no es necesario ser creyente (yo reconozco que sí soy creyente), sino simplemente es necesario mirar nuestro pasado y conectar con él. Esta es la mejor manera de saber quiénes somos y de dónde venimos.

Desde Toledo, «capital espiritual de España», «nuestra Jerusalén», «nuestra Roma», buenos días.