Pequeñas decisiones que cambian todo: la mirada de Toledo de Eva Marín
Cada viernes, en 'Hoy por Hoy Toledo', la firma de opinión de Eva Marín

La mirada de Toledo: Pequeñas decisiones que cambian todo (13/06/2025)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Toledo (Toledo)
Cada día nos levantamos con una rutina prevista, con una lista elaborada de cosas que hacer para el trabajo y para nuestra vida cotidiana. Pero de repente, adoptamos una actitud, decidimos algo o hacemos algo, que cambia radicalmente nuestro día.
Antes era de las que dormía con el teléfono en la cama, ya no en la mesilla, debajo de la almohada, y al apagar el despertador, lo primero que hacía era revisar mi teléfono, me levantaba con él en la mano, y desayunaba mientras leía las noticias. Gran error, ahora sin embargo, no empiezo a usarlo hasta que salgo de casa. Las mañanas son diferentes.
Siempre me daba vergüenza que a lo largo del día me hiciesen cualquier tipo de cumplido, porque iba a lo mío y esos comentarios me parecían a veces fuera de lugar, hasta que yo empecé a hacer lo mismo, porque en muchas ocasiones, una frase tonta, me alegraba el día. No sabemos por lo que están pasando los demás en su día a día, y hacer reír a alguien o sacarle una sonrisa, puede que les cambie el día.
Los días en los que una está saturada, y decides decir que no a algo, de trabajo o de la vida, y sientes cierta liberación; lo mismo cuando dices sí, una tarde tonta pasa a ser uno de los mejores días en mucho tiempo.
Un día estás cansada, pero decides coger los cascos, con buena música a todo volumen, y hacer deporte, a mí me recarga las pilas. He de decir, que me pasa lo mismo con la siesta, hace no mucho conseguí dormir dos horas, no me ocurría desde hacía 15 años.
A veces nos pueden parecer nimiedades, decisiones sin importancia, pero cada vez que elegimos ser sinceros con nosotros mismos, decidimos arriesgarnos, hablar o hacer lo que sentimos, lo cambiamos todo. Y solo nos damos cuenta de ello, cuando vemos los resultados, cosas que pasan aparentemente desapercibidas y que son determinantes.
Así que, no es necesario cambiar de país, emprender una revolución de repente, con hacer un gesto amable o sincero, algo muy nuestro, podemos hacer que la balanza se vaya inclinando.

Eva Marín de la Fuente
Presidenta de Asaja Joven, agricultora y Lda. en Publicidad y RRPP




