El Gobierno de Castilla-La Mancha, "absolutamente" convencido de que ningún caso de corrupción afectará a los años de gestión de García-Page
La portavoz del Ejecutivo autonómico admite que lo peor de esta situación es la "incertidumbre" de "no saber cuándo va a parar y hasta dónde va a llegar"

Santos Cerdán y Emiliano García-Page, el 16 de febrero de 2025 en la clausura del 10º Congreso PSE-EE

El Gobierno de Castilla-La Mancha está "absolutamente" convencido de que no va a haber ningún caso de corrupción en los años que Emiliano García-Page lleva siendo presidente de la región. De hecho, el Ejecutivo castellanomanchego se felicita porque uno de los audios recogen que la Junta de Comunidades se dejaba corromper.
Es la valoración que ha hecho la portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, de la supuesta trama de comisiones en la que presuntamente están implicados, entre otros, el exnumero tres del PSOE, Santos Cerdán.
Preguntada por si temen que todo este entramado salpique a algún dirigente o exdirigente castellanomanchego, Padilla admite que lo peor es la "incertidumbre" de "no saber cuándo va a parar y hasta dónde va a llegar".
Tal y como recogen medios de comunicación, ha afirmado Padilla, "todo apunta a que va a seguir surgiendo información que va a complicar aún más la situación del PSOE". "Lo digo con grandísimo dolor, con desolación, pero creo que es la realidad y les aseguro que no soy la única que lo pienso"
García-Page ha apuntado en varias ocasiones que si él fuese diputado en el Congreso de los Diputados, dimitiría. Sobre cómo sientan estas declaraciones entre esos diputados, Padilla asegura que esos diputados y diputadas castellanomanchegos por el PSOE lo entienden y de hecho valoran positivamente la que ha calificado como "valentía" del presidente al pronunciarse públicamente con el "desgaste" que eso supone.
Por su parte, al Partido Popular le ha pedido "respeto" porque según dice, los populares no están para dar lecciones, pues en el PP "nadie habló" cuando comenzaron a conocerse casos de corrupción. Desde el Gobierno regional, argumenta Padilla, sí asumen el bochorno.




