El oro del Corpus

Toledo (Toledo)

Este jueves, Toledo celebra su gran fiesta religiosa: la procesión del Corpus Christi. En el centro de todo está la Custodia de Arfe, una impresionante obra de oro, plata y piedras preciosas. Brilla bajo el sol, rodeada de incienso y devoción. Para muchos, es un homenaje a la fe, una manera de honrar la Eucaristía con lo mejor que el arte puede ofrecer.

Pero también hay quienes se preguntan si tanta riqueza es necesaria. En la Biblia, el becerro de oro fue una advertencia contra la idolatría: cuando lo material ocupa el lugar de lo espiritual, ¿seguimos venerando a Dios o a los objetos? La Custodia no es un ídolo, pero su opulencia hace que algunos cuestionen si representa la humildad que Jesúcristo enseñó.

Este debate no es nuevo. Desde hace siglos, el arte religioso ha intentado acercar a las personas a la fe, pero también ha generado críticas por su ostentación. ¿Es un símbolo de devoción o de poder terrenal? ¿Fortalece la fe o la aleja de su esencia?

Al final, la interpretación es personal, y el significado, subjetivo. Este jueves, la Custodia recorrerá Toledo, despertando admiración, reflexión y, quizás, una pregunta que nunca pierde vigencia: ¿cuánto oro hace falta para representar lo divino?