Y que por lo visto 28.0

Talavera de la Reina

Y que, por lo visto, Talavera luce 39 nuevas cámaras en sus calles dentro de esta obsesión por convertir a ciudadanos de a pie en sospechosos habituales.

Por ejemplo, cuando pasee por el Prado, las tecnológicas cámaras enviarán su imagen rumbosa al centro de pantallas de la Policía Local. Me preocupa y mucho esta invasión de los espacios públicos por el ojo de personas que tienen como profesión defenderme y no vigilarme.

El discurso de que nada debe temer el que nada hace es un discurso fascistilla porque hay días en los que uno no hace nada ilegal pero no desea que se rían de él cuando, como dice el tango“algunas veces borracho, me veas pasar del brazo de quien no debo pasar” por los jardines del Prado.

La vigilancia delegada en cámaras, la seguridad en manos de empresas privadas lo único que evidencia es el fracaso del Estado protector. Los cuerpos y fuerzas de seguridad no necesitan a ninguna empresa ni a ningún gorila como auxiliares para llegar donde el presupuesto no llega.

Hemos dado consentimiento a este fracaso. No se ha alzado ninguna voz en contra de las 39 cámaras porque quien más quien menos piensa que estarán bien para evitar vandalismos. Y este vandalismo, al igual que la ocupación de viviendas es un asunto residual que bajo ningún concepto pueden amparar la limitación de libertad y de la intimidad.

Asuntos engordados por los que ganan dinero engordando estos asuntos. No se ha producido en los últimos 20 años ninguna discusión pública sobre el modelo de seguridad que necesita Talavera. Ninguno.

Lo único que se ha hecho ha sido ampliar el presupuesto de la Policía Local, rezar porque lleguen más policías nacionales y darse golpes de pecho pidiendo que no toquen el cuartel de la Guardia Civil.

Y en medio, más seguridad privada en los eventos públicos y más cámaras. Vamos, circulen y comprueben que van bien peinados cuando salgan a la calle.