Y que por lo visto 29.0

Talavera de la Reina

Y que por lo visto, esta sección se va de vacaciones con la certeza de que, a la vuelta, como en el cuento de Monterroso, el dinosaurio que es Talavera seguirá aquí.

Si es usted de los que piensan que los meses que vienen nos mejorarán, nos espabilarán, nos reconciliarán con la felicidad, ya le digo yo que no. Cuando se vaya de vacaciones creerá que una nueva vida nos estará esperando a la vuelta.

Nada de eso será posible. La única novedad que encontrará será la pila de recibos de la tarjeta de crédito que ha fundido durante las vacaciones.

Y si es usted de los que piensan que como en casa en ninguna parte y para qué ir si cuando ya vamos teniendo que volver, le digo que para que ese nirvana que tiene usted en casa se convierta en realidad debe apagar el televisor, dejar de sintonizar las emisoras asustaviejas, y no acercarse a las redes sociales ni para mirar.

El que suscribe se baja de la columna donde habita porque ya la caló me nubla el entendimiento y no quisiera despistarme confundiendo galgos con podencos en estos tiempos turbios. Han sido 32 semanas. Unas mejores y otras peores.

Me bajo a la sombrita de la siesta, el gazpacho y los botellines, una trilogía patriótica que no necesita estar todo el día enseñando el carné de español y muy español. Si alguien que me escucha se ha visto retratado, sépase que se hizo con ese destino. Feliz verano a los amigos.

Vamos, circulen.